El Real Madrid se hizo con una ajustada victoria ante el Espanyol para acortar distancias en la clasificación con los dos equipos, Barça y Atlético, que lideran la tabla. Pepe, en una acción a balón parado que puso un Modric que culminó otro gran partido, marcó el único gol de un choque en el que el juego madridista se caracterizó por su intermitencia.
Sin capacidad de construcción de juego por parte de los blancos en los primeros compases de partido el primer aviso llegó de manos de Stuani, que remataba de cabeza culminando una jugada que daba muestra de la intensidad que estaba imprimiendo al encuentro el Espanyol.
El juego de presión de los de Javier Aguirre (presente en un palco al cumplir uno de los cuatro partidos de sanción que le fueron impuestos) fue el que marcó el ritmo a medida que seguían pasando minutos. Cuatro saques de esquina para los blanquiazules en apenas un cuarto de hora daban fiel muestra de la ausencia del Real Madrid en una escena marcada por la capacidad de los locales para bascular de izquierda a derecha después de cerrar constantemente las intentonas por salir jugando de Xabi Alonso y Modric, ambos anulados por momentos en la medular.
Ataque efervescente
Con el Espanyol sin ser capaz de aprovechar su ligero dominio todo olía a golpe de efecto blanco a través de algún contragolpe. Falló, sin embargo, Cristiano Ronaldo en la primera gran jugada que tuvo de cara a puerta al no conectar con acierto el balón que le ponía Benzema desde línea de fondo. El portugués, intermitente, la tuvo de nuevo más tarde para toparse con Casilla en una jugada que, esta vez sí, avisaba de la reacción blanca.
Efervescente en sus ataques, con chispazos de tiempo limitado, fueron los madridistas quienes apretaron antes de un tiempo de descanso al que se llegó con un fallo en la toma de decisiones de Di María, que eligió un pase forzado para culminar erróneamente un contragolpe de tres contra dos. El argentino, eso sí, mostró un compromiso único en el encuentro y llegó a prodigarse también en labores defensivas. Que no se diga.
Paso al frente
Madurado el juego blanco en la fase final del primer tiempo solo hizo falta mover el árbol a balón parado para que el fruto acabara cayendo. De saque de falta en la esquina la puso Modric y apareció Pepe, invitado inesperado, para adelantar a los blancos con un remate limpio tras un desmarque bien tirado tanto individual como colectivamente (55’).
Conformes con el premio comenzó el Madrid a no necesitar más que aguantar la posesión mediante un Modric que a base de su brillantez disimulaba la cierta carencia de ideas en el juego blanco. Sin grandes ocasiones se apagaba el juego convirtiendo el fuego en ascuas que Jesé, ya en el campo para disputar el último cuarto de hora, se encargó de intentar remover como lo hizo en los anteriores compromisos del Real Madrid. La frescura aportada por el canterano permitió que Cristiano Ronaldo buscara de nuevo un gol que se le perdió en las manos de Casilla y posteriormente hasta a puerta vacía. Afortunadamente para el delantero las votaciones para designar al ganador del Balón de Oro se cerraron en su mejor momento y no ahora, un día antes de la gala de entrega del trofeo.
Entregado el rival y satisfecho el Real Madrid por poder subirse de nuevo al tren de la Liga se acabó lo que se daba. Sin un juego brillante, aunque tampoco inferior al mostrado por los otros dos equipos en vanguardia, los blancos pasan a depender de sí mismos en la segunda mitad del campeonato.
LA FICHA DEL PARTIDO:
0 - RCD Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez, Raúl Rodríguez; Stuani (Pizzi, min.84), Álex Fernández (Simao, min.64), Torje (Lanzarote, min.64) y Córdoba.
1 - Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, min.91), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric; Di María, Bale (Jesé, min.76), Cristiano Ronaldo y Benzema (Illarramendi, min.89).
Gol: 0-1, min.55: Pepe.
Árbitro: Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Amonestó a Modric (min.12), Torje (min.57) y a Córdoba (min.83).
Incidencias: partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 32.131 espectadores. El Infantil A del Espanyol, campeón en el pasado torneo de Arona, fue homenajeado antes de iniciar el encuentro. Se guardó un minuto de silencio por José María Maguregui, extécnico blanquiazul, y por el hijo del exjugador del Espanyol Wakaso, fallecido con cuatro meses de edad.
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