El Madrid recuperó sensaciones y le endosó cinco goles al Betis. Sendos dobletes de Bale y James, además de otro tanto de Benzema rubricaron una manita en el estreno de los blancos en el Bernabéu, que mejoraron su imagen respecto al debut liguero.
La vuelta a la titularidad de Benzema y James fue el mejor impulso para el Madrid. Los dos regresaban al once tras superar sus dolencias el primero y ultimar su puesta a punto el segundo, y el equipo lo notó. El colombiano cruzó un buen balón desde la derecha nada más empezar el partido para que Bale apareciese por sorpresa y marcara el primero de la noche. El galés quería reivindicarse desde su nueva posición y lo hizo de la mejor manera, siendo decisivo.
El Madrid salió en tromba y el Betis no tuvo capacidad de respuesta. Cristiano lo intentó desde lejos con una falta, pero Adán metió la mano para despejar el balón, que llevaba mucho efecto. El luso no se rendía y volvió a probar al portero verdiblanco tras llegar al área con velocidad, pero el meta volvió a ganarle la partida. El Betis se intentó desperezar por medio de Rubén Castro con un disparo que no cogió puerta.
Los blancos controlaban la situación a placer y a cinco minutos del descanso James dejó un golazo para el recuerdo. El colombiano ejecutó de manera perfecta un lanzamiento desde la esquina derecha del área del Betis, que chocó con el travesaño antes de entrar por la escuadra.
En ese momento apareció Keylor Navas, que también quiso marcar su territorio en la semana decisiva para el fichaje de De Gea. Una buena combinación del Betis entre Cejudo y Molinero acabó en los pies de Castro. Navas estaba en el suelo, pero reaccionó de manera felina para rebañarle el balón de los pies al canario justo antes del descanso.
Los hombres de Benítez querían acabar por la via rápida y solventaron el encuentro nada más empezar la segunda parte cuando Benzema culminó un centro de Bale desde la derecha para hacer el tercero. Dos minutos después volvía a aparecer James. El colombiano cazó dentro del área un rechace de Kroos para hacer una bellísima chilena contra la que nada pudo hacer Adán. 4-0 y a otra cosa. A partir de ahí Benítez se dedicó a reservar jugadores y el Madrid a seguir agradando a su afición.
En ese momento Varane derribó a Molina en el área y volvió a emerger la figura de Keylor Navas, que le detuvo el penalti a Rubén Castro. El tico dio un paso adelante y rompió las pocas ilusiones que le quedaban a los verdiblancos de maquillar el resultado.
En la recta final dio tiempo para que Bale dejara otro golazo desde el centro. El galés recibió en la zona del mediapunta para abrirse un poco a la izquierda en busca del mejor ángulo y activo el cañon de su pierna izquierda. El balón tocó en el palo antes de besar la red para culminar la manita, y para redondear una noche perfecta del Madrid, que empieza a carburar.