A la tercera fue la vencida. Arjen Robben logró en el mítico estadio de Wembley su primer título europeo a nivel de clubes... y lo hizo de la mejor manera posible. El holandés, que ya perdió dos finales de Liga de Campeones (2010 y 2012), marcó el gol de la victoria para dar al Bayern de Múnich la quinta 'Orejona' de su historia.
Robben se merecía algo así. El jugador rompió así su maldición con las finales. Junto con las de 2010 y 2012 de Liga de Campeones, Robben también había sumado una dolorosa derrota en la final del Mundial de Sudáfrica de 2010. Esta noche, Arjen se quitó esa espinita que tenía clavada para ser, por fin, la estrella de la final.
Durante el partido ante el Borussia Dortmund, Arjen Robben tuvo diversas oportunidades para marcar para el Bayern de Múnich. Al filo de la primera media hora de partido, el jugador disfrutó de una gran ocasión para estrenar el luminoso. Robben se plantó ante Weidenfeller y, algo escorado, no supo batir al guardameta. Siete minutos más tarde volvió a pisar área pero se equivocó y no acertó ni tirar a puerta ni a pasar.
En la recta final de la primera parte un nuevo disparo del holandés chocó en la cara del portero del Borussia Dortmund. Weidenfeller estaba desquiciando al futbolista del Bayern. Ya en la segunda mitad la suerte sonrió a Robben. En el minuto 59 el holandés regateó al guardameta y sirvió en bandeja el gol a Mandzukic. Sin embargo, en el 68' empató el Borussia Dortmun gracias a un penalti transformado por Gündogan.
No obstante, Robben volvió a aparecer como un 'Ave Fenix' en el minuto 89 para firmar una gran jugada dentro del área y batir, esta vez sí, a Weidenfeller. Arjen Robben fue la figura de Wembley y sus lágrimas fueron en esta ocasión de alegría y no de tristeza.
Muchos años de sufrimiento
La maldición de Robben con las finales europeas comenzó en 2010. Ese año perdió la final de la Liga de Campeones con el Bayern de Múnich. El conjunto bávaro se enfrentó en el Santiago Bernabéu al Inter de Milán y Arjen no pudo levantar la 'Orejona'. Ese mismo verano volvió a sufrir un duro golpe al perder la final del Mundial de Sudáfrica ante la selección española. En aquel encuentro Robben tuvo varias ocasiones para marcar pero se encontró con un tremendo Iker Casillas.
La maldición de Robben con las finales europeas comenzó en 2010. Ese año perdió la final de la Liga de Campeones con el Bayern de Múnich. El conjunto bávaro se enfrentó en el Santiago Bernabéu al Inter de Milán y Arjen no pudo levantar la 'Orejona'. Ese mismo verano volvió a sufrir un duro golpe al perder la final del Mundial de Sudáfrica ante la selección española. En aquel encuentro Robben tuvo varias ocasiones para marcar pero se encontró con un tremendo Iker Casillas.
Dos años más tarde el destino quiso que el holandés volviera a jugar una final de la Champions. En esta ocasión ante el Chelsea y en el Allianz Arena. Los bávaros eran favoritos para conquistar la Liga de Campeones al llegar en mejores condiciones que su rival y por jugar en su propio estadio. Ambos conjuntos llegaron a los penaltis y la suerte se decantó del lado del equipo 'blue'.
La novhe del 25 de mayo de 2013 permanecerá para siempre en la memoria de Robben.