El técnico español tiene la oportunidad de dirigir su sexta finalísima continental
Comparecerá a la siguiente tras superar a un rival bastante animoso pero inocuo
El Benfica será el rival de los ingleses en Amsterdam, el 15 de mayo
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Rafa Benítez ha vuelto a meter a un equipo suyo en una final. Lo ha hecho con el Chelsea, cuya afición no le quiere, pero los métodos del técnico español funcionan. El Basilea le dio emoción a la semifinal de laEuropa League con un gol antes del descanso. Luego llegaron quince minutos fatales en los que Torres, Moses y David Luiz sentenciaron.
El fútbol también se nutre de lo absurdo. Quizás Benítez no lleve al Chelsea en su corazón, pero se ha buscado la oportunidad de cumplir con nota su contrato. Es lo que hace un profesional. Y lo ha hecho a sabiendas de que se va. Consciente de que la grada no le quiere. Comprensiblemente molesto, dado el caso, por escuchar cómo le ninguneó Stamford Bridge coreando el nombre de José Mourinhomientras su equipo se jugaba su futuro más cercano.
En Amsterdam tendrá la oportunidad de dirigir su sexta final europea. De momento ha ganado la mitad. Comparecerá a la siguiente tras superar a un Basilea iluso. Creyó que podía remontar la eliminatoria cuandoSalah culminó una gran jugada de equipo (el 0-1, min. 45). En un cuarto de hora, justo tras el descanso, se llevó un bofetón de realidad.
David Luiz selló el partido con un gol que le confirma como un futbolista vital para su club. Lo fue en la ida con un gol importantísimo. Lo fue en la vuelta con otra exhibición de carácter en el centro del campo y un golazo por la escuadra desde 25 metros que es ya marca de la casa (el 3-1, min. 59). Acabó con la fe suiza.
Otra de las buenas noticias que el Chelsea ofrece al fútbol español es la aparente recuperación de Torres. Completó una gran noche. Volvió a marcar (el 1-1, min. 50) -cinco dianas en la presente Europa League- y llama a la puerta del seleccionador con algo que enseñarle por si tiene dudas.
Moses logró un tanto de oportunista el suyo que contó con la complicidad de un rechace y la venia de un porterazo como Sommer, que ya había caído vencido al otro lado en el primer disparo del extremo 'blue' (el 2-1, min. 52).
El Benfica será el rival en la finalísima del 15 de mayo. Se vislumbra un partido precioso. El Chelsea tiene ante sí la oportunidad histórica de sumar el segundo gran título continental de su historia. De hacerlo sería por unos días el campeón de facto de la Champions League y de la Europa League. No está mal para un equipo que para entrenar ficha interinos.