El deficiente rendimiento de Leo Messi y Cristiano Ronaldo en las eliminatorias ante Bayern de Munich y Borussia Dortmund, respectivamente, encuentra su explicación –o parte de ella- en la abrumadora cantidad de minutos disputados a lo largo de la temporada, que han hecho que lleguen al final en su peor momento de forma.
Ronaldo y Messi son las piezas que convierten dos engranajes bien diseñados en dos máquinas casi perfectas. Esto provoca una cierta dependencia por parte de Madrid y Barça, una sensación que se ha acentuado al verse ampliamente superados por los dos grandes equipos de la Bundesliga.
No se trata de que Madrid y Barça no sepan jugar sin ambos, ni mucho menos. Pero si es cierto que, al haberse acostumbrado a tener un jugador ‘top’ que les resuelva la papeleta en los momentos complicados, cuando no están –o están sin estar- los dos grandes clubes del fútbol español no encuentran los mecanismos necesarios para funcionar sin ellos.
De ahí que su importancia sea vital, especialmente en los partidos donde se deciden los grandes títulos. Y en el fútbol de clubes no hay título más importante que la Champions League, donde por segundo año consecutivo, tanto Real Madrid como Barcelona han nadado de manera firme, con mayor o menor potencia de brazada, para acabar ahogados en la orilla de las semifinales.
Desaparecidos
En esta edición, la falta de potencia en los momentos finales ha sido aún más acusada, por lo que no es de extrañar que se identifique claramente con la escasísima aportación de sus grandes estrellas. Messi, renqueante, fue una sombra de sí mismo en Munich, y ni siquiera llegó a saltar al césped del Camp Nou. Ronaldo jugó los 180 minutos de la eliminatoria, pero su aportación se redujo a empujar un gol en Dortmund, algo que podía haber hecho cualquiera de sus compañeros.
Dos actuaciones pobres cuyas causas se han atribuido a los problemas físicos sufridos por sendos jugadores. Sin embargo, y dado que los dos han conseguido completar temporadas enteras a un nivel extraordinario, cabe preguntarse la causa de dichos problemas físicos. Un mes atrás, la temporada de los dos estaba al nivel que se les exige como los dos mejores del mundo que son. A 2 de mayo, dicho rendimiento ha caído en picado.
Puede haber muchas explicaciones, sin duda, pero la gran cantidad de minutos disputados por ambos es una de ellas.
Estos son los números de Messi respecto a los del Barcelona:
Y estos los de Cristiano comparados con los del Real Madrid:
Ambos lo han jugado prácticamente todo, y a gran nivel durante la primera mitad de la temporada. Sin embargo, ambos rondan los 4.000 minutos una cifra que ha repercutido en su rendimiento de manera evidente. Y eso es algo que Madrid y Barcelona deberían plantearse de cara al futuro, ya que se ha demostrado que una suplencia a tiempo puede ser una victoria.