Carlos Tévez ya está en Italia, el país que lo albergará durante los próximos tres años. Doscientos aficionados de la Juventus le ofrecieron una calurosa bienvenida en el aeropuerto de Milán y muchos más festejaron cuando llegó a Turín, en coche, y se asomó a un balcón de la sede de la Vecchia Signora con la camiseta con el dorsal ‘10’ en la mano. La reacción inmediata de la gente fue como la de quien recibe a un ídolo.
Giuseppe Marotta, director general de la Juventus, ponderó la incorporación del delantero argentino: ''Fue un verdadero golpe de efecto el nuestro. Hacía falta este entusiasmo, le hará muy bien a Tévez y al equipo''. Se espera que firme en las próximas horas. Además de Marotta, están reunidos el jugador, su representante y el presidente Andrea Agnelli.
Tévez, proveniente del Manchester City, percibirá algo más de 5,3 millones de euros por temporada y ya quedó claro que usará la camiseta número ‘10’, una reliquia para la historia del cuadro bianconero, símbolo de uno de sus máximos ídolos, Alessandro Del Piero. Ese número se mantiene vacante desde que el italiano se fue a jugar al fútbol de Australia, a mediados del año pasado, aunque Vidal había vacilado con adquirirlo.
El equipo dirigido por Antonio Conte, último campeón de la Serie A del Calcio, quiere posicionarse a nivel continental. Para disputarle los primeros lugares a los españoles y los alemanes necesita refuerzos de jerarquía. El argentino, por su parte, quiere volver a sentirse titular indiscutible –cosa que no sucedió en la última temporada en el City- para ganarse la confianza del entrenador de la selección argentina, Alejandro Sabella, y soñar con viajar al próximo Mundial, en Brasil.
