Por un puñado de dólares fue una de las películas míticas del ‘spaguetti western’. Y por un puñado de euros, que todo suma, el Atlético pasó por encima del Oporto, eliminado de la Champions igual que el Benfica. Malos tiempos para el fado y una dinámica desafortunada, con cuatro tiros a los palos de Aranzubía, que además detuvo un penalti a los portugueses.
Si juegan dos y uno no quiere, no hay partido posible. Pero cuando dos se lo toman en serio… el Atleti, aunque ya clasificado sobrado como primero de grupo para el sorteo del lunes de los octavos de final de la Champions League, va a por todas. Y, si no estaba convencido, el poderoso dinero es don dinero le terminó de animar, algo siempre presente en la mentalidad de los dirigentes del Atlético.
Así que allí que alineó Simeone un once bien competitivo para ganar el millón de euros con el que premia la UEFA la victoria en la fase de grupos. Y bien que lo intentó desde el principio frente a un Oporto que buscaba la victoria por si fallaba el Zenit de San Petersburgo en Viena ante el colista Austria.
La intensidad, el sin vivir, caracterizó el primer tiempo, de ida y vuelta, con la quinta puesta. Y fue el festival de los largueros y los postes. De la mala fortuna, en definitiva, para el Oporto, que se quedó sin marcar en el primer tiempo de manera inaudita, penalti incluido que atajó Aranzubía.
Todo comenzó con el larguero de Jackson Martínez a los 8 minutos, más difícil que marcar al estar frente a Aranzubía y adelantándose a Miranda. Siguió lo de los palos con el 1-0, una ‘vanbastenada’ del navarrico Raúl García, jugador de éxito actualmente gracias a la firma de un autor como el ‘Cholo’ Simeone. Su disparo a lo Van Basten dio en el larguero antes de entrar (14’).
Respondió el Oporto no muy tarde y con el larguero que se volvió a topar. Ahora fue Varela, de cabeza, a los 21 minutos, el que casi pincha el Adidas en la cruceta.
Ese penalti
Y luego estuvo lo del penalti. Que tuvo su miga en forma de Aranzubía, doble protagonista. Porque tal y como regaló al Oporto la pena máxima al derribar a Jackson Martínez a lo Zubizarreta (tras los despistes, eso sí, de Alderweireld e Insúa), luego se desquitó parando con criterio el lanzamiento de Josué.
Tras las desgracias, el Atlético lo tuvo claro. Encerrado, pero con un topo directo hacia el área rival: Diego Costa. Ya tuvo su primera ocasión a los 29 minutos, aunque no marcó al no saber culminar una contra ante Helton, hasta conseguir su gol, el 2-0, a los 37. Entre medias, y para no perder la costumbre, otro palo para los oportistas, ahora abajo al derecho de Aranzubía y tras un disparo de Jackson Martínez. Se despidió el primer tiempo con un cabezazo de Adrián que bien pudo suponer el tercero para el Atleti.
En la segunda parte, y pese a las noticias alentadoras desde Viena (4-1 al final para el Austria frente al Zenit), al Oporto no le quedaron ganas ya casi ante tanto infortunio previo. Y vivió bien el Atleti mientras pasaban los minutos. Simeone quitó a Óliver Torres, ovacionado por la grada, aunque la cara de decepción del chaval consigo mismo lo dijo todo. No obstante, y para no torturarse, el joven canterano debería fijarse en que le dio la asistencia con un fenomenal pase en largo a Diego Costaen el segundo gol.
Eso sí, Licá volvió a dar un palo a los 69 minutos, el izquierdo de la meta de Aranzubía, portero con flor esta noche de Champions en el frío Calderón. Cuarto, era el cuarto. Contra eso no hay quien pueda.
-LA FICHA DEL PARTIDO:
2.Atlético: Aranzubia; Manquillo, Miranda, Alderweireld, Insua; Gabi, Koke, Óliver (Arda Turan, 61’), Adrián (Leo Baptistao, 82’), Raúl García y Diego Costa (Villa, 46’).
0.Oporto: Helton; Danilo, Mangala, Maicon, Alex Sandro; Fernando, Defour (Herrera, 78’), Lucho González (Ghilas, 64’), Josué (Licá, 46’), Varela y Jackson Martínez.
Goles: 1-0. M. 14: Raúl García. 2-0. M. 37: Diego Costa.
Árbitro: Deniz Aytekin (Alemania). Mostró tarjeta amarilla a Josué (6’), Aranzubía (27’), Lucho (31’), Defour (38’), Jackson Martínez (41’), Alderweireld (54’), Insua (65’), Mangala (78’),
Incidencias: partido final del Grupo G de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Estadio Vicente Calderón. Unos 30.000 espectadores. David Moyes, entrenador del Manchester United, asistió al partido, supuestamente para evaluar en directo la actuación de Koke.