El debate de la portería del Real Madrid no está zanjado. Tras completar los seis partidos de la fase de grupos de Champions y la ida de Copa del Rey, Iker Casillas ha dado motivos más que suficientes a Carlo Ancelotti para que se replantee qué portero debe ser el titular. Los números de Diego López se ven agravados tras los dos tantos encajados en Pamplona este mismo fin de semana.
Tras la conclusión de la fase de grupos de la Champions League y la tras disputar el partido de ida de diecieseisavos de final de Copa del Rey, Iker Casillas ya ha jugado el mínimo de partidos (a excepción de esa vuelta copera contra el Olímpic de Xàtiva) a los que aspiraba esta temporada en su condición de suplente en Liga y titular en el resto de competiciones. Se puede establecer por tanto una comparación rigurosa con su compañero y competidor por el puesto en la portería del Real Madrid, Diego López.
A primera vista, la sensación general es que de momento el experimento de jugar las tres competiciones con dos porteros está saliendo bien a Carlo Ancelotti, ya que Casillas ha acabado aceptando su rol sin perder ni un ápice de competitividad y Diego López se mantiene como una apuesta fiable y de máximas garantías.
Pero analizando exhaustivamente los registros de Casillas y López en los partidos que ha jugado cada uno en las distintas competiciones, el capitán promedia mejores números bajo los palos. Bien es cierto que ha jugado menos de la mitad que su compañero, pero ahí ha encajado justo la mitad de goles que el gallego (0,57 por partido frente al 1,125 del exjugador del Villarreal y Sevilla, un porcentaje que se agrandó tras los dos goles encajados en El Sadar).
Peor tras Pamplona
Ni mucho menos se puede responsabilizar a Diego López del empate del Real Madrid en Pamplona este sábado. Pese a los dos tantos encajados el meta gallego sostuvo a su equipo con dos intervenciones vitales cuando su equipo aún no había empatado y jugaba con diez por la expulsión de Sergio Ramos. E incluso el segundo tanto de Oriol Riera vino precedido de una excepcional parada. Pero los números están siendo más crueles con él y sigue empeorando sus registros.
Y otro dato que salta a la vista y que revela perfectamente la fiabilidad de un portero es el número de veces que mantiene la portería a cero (3 partidos de Casillas por 4 de Diego López, habiendo jugado éste más del doble). El capitán no recogió ningún balón de su red en los dos partidos contra el Copenhague y en los minutos que jugó en el primer partido de Champions ante el Galatasaray antes de caer lesionado por un golpe fortuito con Sergio Ramos, tampoco encajó haciendo incluso dos intervenciones importantes. En el partido de Copa de hace unos días contra en Xàtiva, Iker apenas tuvo trabajo y también finalizó el choque con el marco a cero.
¿Ha sentado bien la suplencia?
Más allá de la comparativa de estadísticas, Iker Casillas ha sabido mantener toda la competitividad y la calidad que se le presupone y que ha venido demostrando desde su debut con el Real Madrid en 1999. Pese a sus declaraciones en las que dejó entrever que su futuro estaría lejos del Santiago Bernabéu en caso de que su situación deportiva no cambiara esta temporada, el portero y capitán no ha notado la inactividad de no jugar en Liga y de haber estado alejado de los terrenos de juego desde el mes de enero.
Incluso en este último partido de Champions contra el Copenhague también pudo verse, y pese al gol anulado por falta previa que encajó de Bolaños, que dominó perfectamente el juego aéreo, una de las facetas por las que más ha sido criticado en su carrera y en la que como él mismo ha reconocido en más de una ocasión, ha tenido sus principales fallos.
Justo antes de jugar la final del Mundial de Sudáfrica en 2010 y en una entrevista concedida al diario ‘El País’, él mismo dijo que a su edad no cree que le quedara nada por mejorar. Independientemente de esa opinión personal su nivel de autoexigencia ha sido grande. Y a juzgar por sus últimos partidos en esta delicada situación que está atravesando la sigue conservando, ya que ha demostrado esa máxima concentración y jugar al límite de sus capacidades. Siendo reconocidas incluso por su entrenador Carlo Ancelotti y por el público del Santiago Bernabéu en los tres partidos que ha jugado en casa esta temporada.
El dilema, en manos de Ancelotti
A Iker Casillas al menos le quedan dos partidos por disputar en Champions, los de octavos de final y al menos el de la vuelta de Copa contra el Xàtiva. Si el Real Madrid logra superar estas dos eliminatorias el número de partidos del mostoleño irá aumentando, incluso hasta convertirse en el portero de la Décima”, como bromeó Carlo Ancelotti cuando fue preguntado por su gestión de la portería en una entrevista en la cadena COPE.
El técnico italiano sigue fiel a lo que dijo a comienzo de temporada y sigue manteniendo: Tengo dos porteros fantásticos”. Pero lo que parece evidente es que más allá de que Iker esté demostrando mejores números en el mínimo de partidos que el italiano le asignó, tendrá que terminar tarde o temprano con esta bicefalia en la portería. Los números, al menos de momento, se decantan por Casillas.