El Atlético de Madrid concedió su segundo empate consecutivo en casa el día que podía ponerse líder en solitario de Primera. Villa adelantó a los rojiblancos y Rakitic, en un penalti de Juanfran sobre Bacca, puso la igualada. Alberto Moreno vio la roja en los últimos minutos por una entrada sobre Raúl García.
Cuando todo estaba de cara para que el Atlético de Madrid se pusiera líder de Primera llegó el segundo empate consecutivo de los rojiblancos en el Calderón. Ni el juego ni las sensaciones ante el Sevilla fuer0n las que han hecho al Atleti estar tan arriba en la tabla.
Y eso que el partido no comenzó a las 9 para el Calderón. Diez minutos antes, con el pitido final que confirmaba el empate del Barcelona ante el Levante, los valientes que se habían acercado –con frío y lluvia- a la gradas del Manzanares, rugieron como si Diego Costa hubiera marcado el gol del año.
Con la grada enchufada el Atleti salió arrollando al Sevilla. Filipe Luis avisó a los diez minutos con un disparo alto y Diego Costa, tras irse con maestría de Navarro, disparó casi rozando el palo de Beto. Pero gol llegaría como acostumbra en los últimos partidos, de córner. Un balón puesto de Gabi desde la esquina encontró a Godín en el segundo palo, el uruguayo puso de nuevo el balón en zona de conflicto y Beto, para solidarizarse con Guaita, falló en el despeje y el balón el cayó a Villa en el punto de penalti para que el asturiano pusiera el primero. Los únicos dos problemas que tiene Simeone dentro de la felicidad son Villa y Óliver. El asturiano volvió a hacer un buen partido, por el gol y por su constante movilidad. En el caso del canterano es diferente, se volvió a quedar fuera de la convocatoria y es difícil esconder que no cumple con lo que quiere su entrenador.
El Sevilla intentó quitarse de encima al equipo de Simeone y tuvo tres ocasiones antes del descanso que pusieron en peligro a Courtois. La primera fue un cabezazo de Iborra que atrapó sin mayores problemas el portero belga. En la segunda acometida, Coke soltó un derechazo que pasó muy cerca de la portería rojiblanca y en la tercera, un mal despeje de Miranda y Diego Costa terminó en un rechace de Fazio que se fue desviado.
Emery dio un paso adelante y para empezar la segunda parte metió a un delantero (Gameiro) para quitar a un central con amarilla (Parejo). La declaración de intenciones se notó y el Sevilla dominó los primeros minutos ante un Atleti que esperaba atrás como un gigante dormido sabiendo que con el marcador a favor y saliendo a la contra se siente como en casa.
Superioridad del Sevilla
Las oportunidades para el Sevilla no llegaban pero de tanto acercarse al área algo tenía que pasar, y pasó. Un centro largo al área encontró a Juanfran agarrando de forma absurda a Bacca cuando, ni el balón estaba allí, ni se le había ido el delantero. Pese a que Courtois llega a tocar el balón, Rakitic puso el empate desde el punto de penalti. El croata volvió a dar un recital en el centro del campo, dominó el partido como quiso tanto en defensa como en ataque.
Con más rabia que fútbol e ideas el Atleti quiso no perder la oportunidad de ser líder pero hubo más guerra que ocasiones. Diego Costa y Fazio peleaban un asalto en cada balón al área, volaban los puñetazos y las patadas. Y como no podía ser de otra forma, terminó con roja. La vio Alberto Moreno por una entrada sobre Raúl García. Muy discutible.
El Atleti sigue colíder, algo que firmaría cualquiera a comienzos de temporada, pero la oportunidad estaba ahí. Méritos justos a un Sevilla que no para de crecer.
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