El PSG venció con contundencia al Leverkusen gracias a un partido muy serio en el BayArena y goles de Matuidi, Ibrahimovic -quien firmó un doblete- y Cabaye. Los de Laurent Blanc se postularon como aspirantes al título en el mes de mayo y dejaron prácticamente sentenciada la eliminatoria de octavos de final en territorio alemán.
Zlatan Ibrahimovic sigue clamando a Europa entera quién es la estrella de un PSG candidato a tener muy en cuenta para conquistar esta Champions League. El proyecto de Laurent Blanc, aunque aún requiere algunos remaches para ser un equipo tan pulido como pueden ser el Bayern de Múnich o el Real Madrid, muestra con una vehemencia saludable y agradable de ver su superioridad ante rivales como el Leverkusen, clasificado con esfuerzo para las eliminatorias pero con escasos recursos para ir más allá.
No hubo primer aviso. Al comenzar el partido, llegó el primer derechazo a la mandíbula del equipo de las aspirinas. Matuidi robó un balón a Rolfes en la medular y en dos toques Ibrahimovic y Verratti llevaron el balón hasta el área. Allí esperaba nuevamente Matuidi, que no quiso probar los guantes de Leno y sí las redes de su portería.
Mucho le costó al Leverkusen volver a meterse en el partido. Tácticamente, el PSG también es un equipo trabajado, y los alemanes sudaron lo indecible para acercarse tan solo al área de Sirigu. Con Guardado y Hilbert muy activos en los laterales, poco a poco fueron minando la defensa parisina, pero sin un solo disparo digno de quedarse en la retina del aficionado.
Ibrahimovic, castigador
Cuando los de Sami Hyypiä pensaban tener el partido dominado, apareció Ibrahimovic, reclamando el balón, el protagonismo y el temor de todos sus rivales. En un visto y no visto dobló la ventaja al convertir un penalti cometido sobre Lavezzi y sentenció la eliminatoria con un gol marca de la casa desde fuera del área. La violencia de su trallazo fue la constatación de que había varios cuerpos de ventaja entre un equipo y otro en el BayArena.
Este castigo justo antes del descanso derivó en una desesperación general en el Leverkusen en los primeros minutos. Guardado y Castro vieron rápidamente sendas amarillas, y Spahic enfiló el camino de los vestuarios antes de tiempo por doble amonestación, para regocijo deIbrahimovic, con el que había tenido roces anteriormente.
La situación del partido invitaba a pensar poco en remontada alguna, e incluso el PSG pudo haber visto incrementada su cuenta si Lavezzi no llega a estar en fuera de juego justo cuandoWollscheid batió su propia portería. Las sustituciones llegaron con rapidez y el fútbol se apagó antes de tiempo, con una contemporización excesiva por parte de ambos equipos, unos con la tranquilidad del trabajo hecho y otros con la certeza de que, hicieran lo que hicieran, no iba a ser su noche.
Cabaye se presenta al continente
Como corolario a una exhibición absoluta en Alemania, donde la vehemencia se juntó con la inteligencia para gestionar la ventaja y la superioridad numérica, el PSG volvió a mostrarse inclemente. La última incorporación al equipo de Laurent Blanc, Yohan Cabaye, se presentó a lo grande con los ‘bleu et rouge’ en Europa, colocando con un disparo con la mezcla justa de potencia y colocación en la escuadra izquierda de Leno. El margen para un posible milagro delLeverkusen en París cotiza a la baja tras la exhibición del PSG.
LA FICHA DEL PARTIDO
Leverkusen: Leno; Hilbert, Spahic, Toprak, Guardado; Castro, Rolfes (Reinartz, 46’), Bender; Sam (Wollscheid, 62’), Kiessling y Son (Brandt, 46’).
PSG: Sirigu; Van der Wiel, Alex, Silva, Maxwell; Verratti, Motta, Matuidi (Cabaye, 67’); Lucas, Ibrahimovic y Lavezzi (Pastore, 76’)
Goles: 0-1, Matuidi (3’); 0-2, Ibrahimovic, de penalti (39’); 0-3, Ibrahimovic (43’)
Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a Matuidi, Hilbert, Spahic, Guardado, Castro. Expulsó a Spahic por doble amonestación.
Estadio: BayArena. 29.412 espectadores.