La posición de Isco sobre el terreno de juego volvió a revelarse como el gran problema al que se enfrenta Carlo Ancelotti en el Real Madrid. El exjugador del Málaga jugó el derbi ante el Atlético de Madrid como falso nueve, una nueva demarcación en la que apenas tuvo relevancia durante los noventa minutos debido a la falta de costumbre.
Ni Isco se encuentra a gusto sobre el terreno de juego ni Carlo Ancelotti es capaz de encontrarle un hueco a medida al malagueño sobre el césped, por mucho que cambie de sistema táctico y de jugadores en el once inicial. La cómoda victoria ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón por 0-2 volvió a contar con un discreto papel del ‘23’ madridista.
A pesar de mantenerse en el terreno de juego durante los noventa minutos, Isco tuvo un papel secundario en un partido que se decidió en las bandas en las que se produjeron los dos penaltis que hicieron imposible la remontada del Atlético. En comparación con Benzema, el jugador que ocupó el puesto de delantero centro en la victoria del último partido de Liga ante el Villarreal, el ‘23’ entró más en contacto con el balón, hasta setenta veces por apenas treinta del francés. En la práctica, este contacto con el balón fue menos productivo, ya que Benzema anotó dos goles e Isco ni siquiera disparó entre los tres palos.
La idea de Carlo Ancelotti era probar una nueva variante táctica, algo que ha sido una costumbre desde que llegara el pasado verano al banquillo del Santiago Bernabéu, y lo que se ha llevado en claro es que sigue sin encontrar la demarcación ideal para Isco. En el Málaga partía como teórico extremo izquierdo a las órdenes de Manuel Pellegrini, pero ese puesto en el once del Real Madridestá reservado en exclusiva a Cristiano Ronaldo. A pesar de esta incomodidad, Isco nunca levanta la voz. Ya hizo una declaración de intenciones al ser presentado: “He venido aquí a hacer mi trabajo. He jugado todo de titular, estoy muy contento, pero el domingo el mister tiene la última palabra. En el Real Madrid nadie te va a regalar nada”.
La dificultad de acomodarlo en el once
Su llegada como uno de los fichajes estrella de la temporada, finalmente opacado por el de Gareth Bale casi en el cierre del mercado, ilusionó a una afición que suele recibir con los brazos abiertos a las grandes promesas del fútbol español. No obstante, las circunstancias que ha vivido el Real Madrid desde que comenzó la temporada ha llevado, por unos motivos u otros, a probar a Isco como centrocampista creativo en el doble pivote, como interior en un 4-3-3 o como mediapunta, sin que ninguna de las opciones lo convirtiera definitivamente en titular, llevando a Ancelotti a reconocer que tiene un problema con la joven estrella, campeona de Europa Sub 21 en 2013: “Puede que no sea justo con uno u otro jugador”, dijo en la rueda de prensa previa al partido del Calderón en clara referencia a Isco.
La perfecta adaptación de Ángel di María y Luka Modric a la posición de interiores ha llevado a que la disposición predominante en el equipo blanco sea el 4-3-3, lo que dificulta la presencia del malagueño ante el buen rendimiento del argentino y el croata y la titularidad indiscutible de Ronaldo y Gareth Bale en las bandas. Aunque tenía pocas opciones dado el excedente de centrocampistas que hay, el Mundial se le ha puesto casi imposible a Isco debido a las dificultades de su primer año como futbolista del Real Madrid.
Inglaterra, con un ojo puesto en él
Los pocos minutos con los que está contando el ex del Málaga ha llevado inevitablemente a que la intensa rumorología que llega desde Inglaterra lo tenga como protagonista. En los últimos días se ha informado sobre presuntos intereses de los dos equipos de Manchester, el United y el City, en contratar a Isco, manejándose cifras incluso superiores a las que supuso su traspaso al Real Madrid –costó 30 millones y las ofertas que han aparecido en la prensa hablan de 33-.
Este interés no ha hecho que nada cambie en el entorno del Santiago Bernabéu, donde Isco sigue siendo una pieza a tener en cuenta a medio y largo plazo. Ancelotti, por su parte, sigue reconociendo siempre que puede en rueda de prensa que su situación es una de sus grandes cuentas pendientes. Tras haber sacado el mejor rendimiento de Di María o Modric, proteger a Bale en su problemático primer año y tratar con arte de funambulista el turnismo en la portería entre Iker Casillas y Diego López, no sería extraño que “a final de temporada se dijera que Isco ha sido importante”, como él mismo deseó.