El Valencia logra el pase a la Champions League 15/16 tras aguantar el resultado de la ida en el estadio Luis II ante el Mónaco (2-1, global 3-4). Álvaro Negredo se adelantó en la primera parte con una sublime vaselina. Después, remontaron los monegascos con los tantos de Raggi y Elderson. El sorteo será el jueves a las 18:00 horas, con cinco equipos españoles en liza.
FICHA DEL PARTIDO
2 – Mónaco: Subasic, Fabio, Kurzawa (Elderson, m.62), Carvalho, Dirar, Bernardo Silva, Pasalic (Lemar, min.53), Raggi, Toulalan, Cavaleiro (Carrillo, m.64), Martial.
1 – Valencia: Ryan; Barragán, Mustafi, Vezo, Gayà; Feghouli, Enzo Pérez (Danilo, m.77), Javi Fuego, Parejo, Rodrigo (Piatti, m.65); Negredo (Alcácer, m.60).
Goles: 0-1, Negredo (m.04); 1-1, Raggi (m.17); 2-1, Elderson (m.74)
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Pasalic (m.37), Vezo (m.52), Toulalan (m.55), Elderson (m.70), Enzo Pérez (m.73).
PROTAGONISTASIncidencias: Partido correspondiente al partido de vuelta de la fase de play-off de la Champions League en el Estadio Louis II ante 18.500 espectadores.
Negredo: El delantero demostró con su gol que ha vuelto para convencer a la afición valencianista. Y qué mejor momento que en la clasificación para la Champions League y con un tanto de la talla de los mejores artilleros del mundo. Mostró su versión más fresca, con ideas y con la determinación como para condicionar a la defensa monegasca, que se empleó a conciencia.
Feghouli: Produce como ninguno. Barragán le da rienda suelta al argelino para que se encargue de las labores ofensivas en el perfil diestro. Centros laterales, jugadas interiores, internadas en el área…un sinfín de recursos a los que solo le falta una cabeza que apunte y remate.
Mustafi: El central alemán, a pesar de los dos goles recibidos, destacó en la zaga, corrigiendo a su nuevo compañero de fatigas Rubén Vezo. Mustafi es un futbolista que abarca mucho campo y fue una ayuda constante para los laterales y en las coberturas. Tiene que dar un paso hacia delante con la salida de Otamendi.
Martial: El delantero del Mónaco volvió a ser uno de los mejores. Daba opciones a pesar de no ser uno de los goleadores. Le espera un buen futuro al futbolista francés de 19 años.
NUDO
El Valencia estaba preparado para volver. Había hecho los deberes una semana antes pero se preparó a conciencia para el examen. Las noches europeas lo merecen siempre, y más aún si tienen el aliciente de volver a un competición en la que los valencianistas tienen el bagaje de mejores equipos de Europa. Por ello, la primera parte, o al menos los primeros 10 minutos, fueron algo más que una firma y conformarse con el resultado.
Negredo tuvo el don del oportunismo en el buen sentido de la palabra. Apareció en el momento necesario, cuando más demandaba el Valencia un delantero de la talla de una noche con exigencias. Y solo necesitó cuatro minutos para sacar matrícula y para que los defensas monegascos tomaran nota: al vallecano no había que dejarle espacios. Fegholui, activo y productivo a partes iguales, era otra distracción para el Mónaco, que en instantes parecía no dar abasto.
Después empataría el Mónaco, aproximadamente al cuarto de hora,en un fallo de Ryan. Su valentía le pasó factura, sabiendo que cada actuación suya será mirada con lupa. Después, propio de los duelos en los que tener el control es la virtud de los más privilegiados, el encuentro fue un correcalles, un sinsentido táctico que desesperó a los técnicos. El descanso sería un buen repaso de lo acordado.
Los locales, que contaron con una buena entrada en el estadio Luis II, tenían el agua en el cuello y salieron con una excesiva intensidad. El Valencia mantuvo el tipo, controlando absolutamente el tempo. Sin embargo, las jugadas a balón parado eran una lotería para los valencianistas. Ryan despejó, Carrillo aprovechó el rechace y Elderson empujó, en claro fuera de juego. Y muchos señalaron a Rizzoli.