Por primera vez en la historia el Real Madrid empató a cero en un partido de ida de semifinales de la Copa de Europa. Se dice pronto. Ayer el City, con el planteamiento de Manuel Pellegrini, lo consiguió. Ese era su objetivo y se llevan para la vuelta un resultado tramposo para el rival. “El Ingeniero”, el técnico con al menos una temporada con mayor porcentaje de victorias en la historia del Real Madrid (81,5%), sabía que su contrincante se presentaba sin su máxima estrella, su artillero en ataque y que sus mejores resultados este año en la máxima competición de clubes han sido a domicilio. De ello deberá estar alerta un conjunto blanco que, hoy, mereció más, sobre todo en los últimos 20 minutos, después de un partido duro y trabado. Tanto es así que los blancos igualaron su record de faltas (20) y de recuperaciones (73) en un partido de esta Champions League.
La primera hora fue de desgaste. Por rellenar crónica podemos decir que el protagonista sin duda fue el colegiado, que se hartó a avisar a jugadores de uno y otro equipo para que fuera la última vez que hacían entradas de tarjetas. En otro contexto, este encuentro podía haber terminado como el Rosario de la Aurora. Otamendi, Sergio Ramos, Kompany, Casemiro y Toni Kroos fueron avisados sin ver la amarilla. A quien no se la perdonó fue a Pepe que, como un tren, embistió en el lateral del área a Kevin De Bruyne.
Y es que, en estos compases, el choque fue eso: un choque. Por ejemplo, el City completó, en la primera mitad, su partido de Champions League de esta temporada con más faltas (10). Todo ello en un envite donde brillaron por su ausencia los remates. Fue el primer tiempo con menos disparos no bloqueados de toda la competición. Un par de remates que se fueron fuera. Un cabezazo forzado de Fernandinho y un disparo a las nubes de Karim Benzema cuando los primeros 45 minutos morían.
¿Y qué pasó hasta entonces? Pues el centro del campo fue el que se ganó el sueldo. Por parte madridista, Casemiro estuvo soberbio en los primeros 20 minutos, Luka Modric se ofrecía para combinar buscando a Benzema y Bale, y Toni Kroos asegurando. Tanto que al descanso no falló ninguno de sus 43 pases. Por parte citizen, Fernandinho cogió el relevo de Casemiro y se agigantó hasta el descanso. Ejerció de box to box, llegaba y se desplazaba por todo el campo, ayudando también en defensa. En ataque se apoyaban en Jesús Navas y en Kevin de Bruyne pero adolecían de profundidad.
El partido era tan trabado que hasta el jugador con más magia dimitió. David Silva, tarjeteado, abandonó el terreno de juego con un problema en la rodilla antes del descanso. En el mismo, Karim Benzema se quedó en los vestuarios por los problemas que arrastraba desde Vallecas. En definitiva, todos se acordaban de Cristiano Ronaldo. Exceptuando un remate del Kun Agüero que no vio justo después de la reanudación que Keylor Navas mal colocado, el choque siguió por los mismos derroteros, aunque los blancos amanecieron apretando. De hecho, Sergio Ramos fue el primero en rematar a puerta (minuto 54) en un testarazo “made in Lisboa”.
Dominaba el Real Madrid. Acechaba el Real Madrid. Y mareaba el balón el Real Madrid con un Toni Kroos que completó con acierto todos sus pases menos uno y que lo probó raso desde lejos. El Manchester City esperaba de forma paciente. Y, en cuanto podía, fútbol directo “made in England”. Jesús Navas y Kevin de Bruyne estaban más preocupados en Marcelo y Dani Carvajal. La premisa era no encajar goles.
Y la misión del Real Madrid marcarlos. Cruzamos el umbral del minuto 70 y el conjunto merengue fue a por la victoria. Tres ocasiones consecutivas donde destacó el cabezazo con suspense de Jesé al travesaño avisó al City que el mayor campeón de la historia de Europa quería la victoria. Y así lo reivindicó en dos acciones de corners puestos a la perfección de Toni Kroos al primer palo. En el primero picó Casemiro. En el segundo peinó Casemiro. En el primero Joe Hart sacó la pierna izquierda. En el segundo, Pepe remató a bocajarro y Joe Hart respondió cual Joseja Hombrados. Espectacular.
Ahí murió el partido, porque ambos en los últimos compases firmaron tablas. Se echó de menos a Cristiano Ronaldo, la gran ausencia. Este encuentro justificó que el 77% de los goles capitalinos en Champions League pasan por sus botas (20 de 26). El máximo goleador de esta competición (16 goles) tendrá que ser decisivo en el partido de vuelta dentro de ocho días. Como lo fue el Chicharito Hernández hace una temporada ante el Atlético, la última vez que se trajo un 0-0 en Liga de Campeones al Santiago Bernabéu, que dictará sentencia.