El Real Madrid, con su emotivo pero insuficiente 2-0 frente al Borussia de Dortmund, mostró algunos caminos al Barcelona en el intento culé de superar ahora la goleada encajada en Alemania pero contra el Bayern de Múnich.
Así que el partido de los blancos contra el Dortmund dejó algunas pistas al Barcelona sobre cómo afrontar el reto de marcar hasta cuatro goles para tratar de remontar y también recordó que 90 minutos dan para mucho.
La intensidad del arranque
La intensidad del comienzo, donde el Real Madrid encadenó hasta el primer cuarto de hora ocasiones claras para Cristiano Ronaldo (por dos veces), Higuaín y Özil, no tuvo mayor trascendencia para el marcador, cierto, pero puso a cada uno en su sitio. Uno jugando para ganar rápido, el otro sometido para aguantar. Aprender de esa intensidad puede ser clave para el Barcelona.
Templar para acertar
Al Madrid lo perdió en realidad la falta inicial de puntería, el acierto final en ese entorno conocido de que los partidos, algunos partidos, se ganan dentro del área. Es así como siempre echó de menos, como un insoportable lastre cuando luchaba por el tercer tanto, las oportunidades de gol desperdiciadas al comienzo del encuentro del Bernabéu. Con temple para que no suceda lo mismo, el Barcelona tiene otro apunte para tener en cuenta.
El apoyo incondicional
No es casualidad, sino fruto de una pasión alargada en el tiempo y resucitada recientemente con buen fútbol y resultados. Y el apoyo de la afición del Real Madrid fue emotivo, lo mejor del intento fallido de remontada por muy poco. El Camp Nou, como advirtió Piqué, ha dado también síntomas de entrega al equipo por encima de las malas noches y recordó los aplausos recibidos pese al 0-3 momentáneo del Madrid en Copa del Rey sólo amortiguado al final con el tanto de Jordi Alba para el 1-3.
Ayuda del árbitro
Se antoja imprescindible, y el Madrid no lo tuvo, un empujoncito arbitral sobre todo al comienzo del encuentro. Webb tuvo la opción, en un posible penalti Higuaín, pero no se decidió. Tampoco con la posible roja a Hummels a 18 minutos del final. Si el Barça contara con mayor osadía por parte del esloveno Skomina, ya tendría algo ganado, necesario en este juego para conseguir finalmente éxitos.