Gran parte del madridismo sueña con Gareth Bale. Ya sea en redes sociales o en las típicas encuestas que se hacen a la salida del Santiago Bernabéu, lo cierto es que muchos son los aficionados merengues que le piden a Florentino Pérez la llegada del futbolista galés.
Admirador de Cristiano Ronaldo, el crack del Tottenham lleva varios meses sonando con fuerza para reforzar la plantilla del Real Madrid. Hablamos de un jugador polivalente, con buen disparo, verticalidad y una enorme fortaleza física. Es una de las sensaciones en Inglaterra. Pronto será uno de los mejores futbolistas del mundo.
Empezó como un prometedor lateral con proyección ofensiva. Hoy por hoy, es un atacante capaz de rendir a buen nivel pegado a la banda o actuando como enganche. En el Tottenham, de hecho, lleva tiempo siendo la referencia ofensiva, el líder dentro y fuera del terreno de juego.
Su precio (algo más de 50 millones de euros) y lo duros que suelen ser los Spurs a la hora de negociar, son piedras en el camino del Real Madrid. Sin embargo, Florentino Pérez tiene un clavo al que agarrarse, ya que el Arsenal ha conseguido acabar cuarto en la Premier League, por lo que White Hart Lane no disfrutará de la próxima edición de la Champions League.
No disputar la máxima competición continental juega en contra de los intereses del Tottenham. No será nada fácil mantener en la plantilla a un Gareth Bale que, para colarse entre los mejores del mundo, necesita competir en el mayor de los escenarios. Y ese no es la Europa League.
Así pues, el Real Madrid ya sabe que el futuro de los Spurs a corto plazo juega a su favor. Sólo falta que Florentino Pérez sepa aprovecharlo.
Admirador de Cristiano Ronaldo, el crack del Tottenham lleva varios meses sonando con fuerza para reforzar la plantilla del Real Madrid. Hablamos de un jugador polivalente, con buen disparo, verticalidad y una enorme fortaleza física. Es una de las sensaciones en Inglaterra. Pronto será uno de los mejores futbolistas del mundo.
Empezó como un prometedor lateral con proyección ofensiva. Hoy por hoy, es un atacante capaz de rendir a buen nivel pegado a la banda o actuando como enganche. En el Tottenham, de hecho, lleva tiempo siendo la referencia ofensiva, el líder dentro y fuera del terreno de juego.
Su precio (algo más de 50 millones de euros) y lo duros que suelen ser los Spurs a la hora de negociar, son piedras en el camino del Real Madrid. Sin embargo, Florentino Pérez tiene un clavo al que agarrarse, ya que el Arsenal ha conseguido acabar cuarto en la Premier League, por lo que White Hart Lane no disfrutará de la próxima edición de la Champions League.
No disputar la máxima competición continental juega en contra de los intereses del Tottenham. No será nada fácil mantener en la plantilla a un Gareth Bale que, para colarse entre los mejores del mundo, necesita competir en el mayor de los escenarios. Y ese no es la Europa League.
Así pues, el Real Madrid ya sabe que el futuro de los Spurs a corto plazo juega a su favor. Sólo falta que Florentino Pérez sepa aprovecharlo.