Empate a nada en Cornellá-El Prat, el Levante se encerró todo el partido y los locales no fueron capaces de crear buenas ocasiones. Se mantiene el empate a puntos entre ambos en la mitad de la tabla.
FICHA TÉCNICA:
0. Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Diego Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez (Torje, m.89), David López; Stuani, Pizzi (Álex Fernández, m.72), Simao (Córdoba, m.59) y Sergio García.
0. Levante: Keylor Navas; Vyntra, Navarro, Rodas, El Adoua; Diop, Simao; El Zhar (Casadesús, m.63), Rubén García (Sissoko, m.86), Ivanschitz (Xumetra, m.74); y Barral.
Árbitro: Fernández Borbalán (colegio andaluz). Expulsó a Casadesús (m.88) con roja directa. Amonestó a Héctor Moreno (m.3), Diop (m.13), Rodas (m.27), David López (m.42), Fuentes (m.77), Rubén (m.84) y Córdoba (m.93).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga, disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 19.665 espectadores.
El Espanyol dominó el encuentro ante el Levante, pero no pudo doblegar a la disciplinada defensa de Joaquín Caparrós en Cornellà-El Prat pese a la insistencia en algunos tramos del encuentro, sobre todo en los últimos minutos tras la expulsión de Víctor Casadesús.
Las ocasiones fueron contadísimas para ambos conjuntos. Los catalanes, pese a todo, dieron la impresión de querer más los puntos que el rival. Un minuto tardaron en avisar de que no quería que un guión como en la ida, con un duro 3-0. Una doble ocasión de Sergio García y Héctor Moreno obligó al costarricense Keylor Navas a sacar una mano salvadora.
Los del mexicano Javier Aguirre controlaban la posesión y metieron al conjunto granota en su área. El bloque visitante se limitaba a esperar y no dispuso de oportunidades. El balón era de los blanquiazules: combinaban con fluidez ante una zaga muy poblada, pero no encontraban ocasiones claras.
Disparos lejanos, como el del luso Pizzi en el minuto 18, o centros desde las bandas eran las amenazas del anfitrión. En el 25, Sergio García disfrutó de una de las acciones más claras tras un contraataque. El peligro del tiro raso del atacante, dentro del área, se esfumó al encontrarse con Rodas y Navas.
El ritmo en el resto de la primera parte bajó muchos enteros. Faltas tácticas, juego detenido y apenas llegadas a las dos áreas. En la reanudación era el Levante el que intentó sorprender al Espanyol en la primera jugada. David Barral remató de cabeza y Kiko Casilla se estiró para despejar a córner.
Jhon Córdoba, el revulsivo
Los de Caparrós presentaban más argumentos ofensivos en Cornellà en esta segunda mitad. Presionaban la zona de medios de los catalanes, con más dificultades para plantarse ante Navas. Aún así, la receta no era perfecta y, en el 56, el portugués Simao tuvo un tiro claro desde punto de penalti tras una asistencia de Sergio García.
Aguirre apostó por el colombiano Jhon Córdoba, entró por Simao, y su ataque ganó en profundidad. Por parte del Levante, Casadesús saltó al campo por el franco marroquí El Zhar para dinamizar el juego granota.
En el 68, los valencianos tuvieron cerca el gol: el checo Loukas Vyntra no pudo empujar un pase del austríaco Andreas Ivanschitz. Casilla lo atrapó prácticamente en la línea de fondo.
El Espanyol respondió casi al momento. Sergio García, entonces poco vigilado por los centrales Rodas y Navarro, aprovechó un centro en el área pequeña para poner a prueba, de nuevo, los reflejos del meta. El técnico mexicano quería más: redobló su apuesta y refrescó la mediapunta con Álex Fernández.
En los últimos diez minutos, los blanquiazules vivían de colgar balones al área, Córdoba y el uruguayo Christian Stuani eran sus referencias, y los de Caparrós insistían, con futbolistas de todas las líneas, en mantener el empate a cero. No corrían ningún riesgo en ataque y afrontaban con disciplina la insistencia local.
La tensión creció en el tramo final. Casadesús vio la roja en el 88 al frenar una contra del Espanyol, que buscaba con todo, ante diez, el primer tanto de la tarde. Cada córner era una oportunidad. No llegó y ambos conjuntos acabaron el encuentro con un punto cada uno, que mantienen la tranquilidad en la clasificación.
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