Sin tensión, ni objetivos serios, el duelo de esta mañana en La Roseleda se quedó también huérfano en el día de ayer cuando Quique Setién quiso que el último partido de Valerón fuera el de hace una semana ante su gente. Ante eso, el Málaga asumió la fiesta como propia para despedir la campaña con una goleada (la mayor de la temporada) ante Las Palmas que se dejó llevar en el segundo asalto del choque sabedores sus jugadores de la dignísima campaña que han hecho.
Quizás ser octavo es un logro a tener en cuenta. De las mejores clasificaciones para el Málaga. Por él peleaba el equipo de Javi Gracia ante un rival que también ha cerrado el curso con nota. Sobre todo, por haber cumplido con la salvación hace ya semanas.
Ambos equipos eligieron caminos distintos para alcanzar el objetivo. Uno mantener a su entrenador y el otro cambiar el banquillo. Pero lo que importa es que en Málaga y Las Palmas seguirán disfrutando de la élite en el fútbol español un año más. Quique Setién logró quitar a tiempo el corsé de esta camada talentosa que puebla el vestuario amarillo. Gracia no ha mejorado en puntuación su primer año como blanquiazul, pero sí en la clasificación que es lo que cuenta. El Málaga acaba octavo y, teniendo en cuenta en peaje, es enorme el premio.
El partido de hoy en La Rosaleda es como esas películas de sobremesa que has visto una infinidad de veces, pero aun así te vuelves a poner delante de la tele a verlas. Por gusto, por obligación o porque no hay mejor plan.
Al menos, los del verde intentaron darle algo de aliciente al choque. No faltaron ni los piques ni los goles. Abrió la lata Duje Cop que sigue soñando a base de goles con estar en la lista definitiva de Croacia para la Eurocopa. Siete dianas ha marcado el ariete blanquiazul desde que en diciembre hiciese la primera con el Málaga.
A los pocos minutos reaccionó Las Palmas que estaba jugando bien, pero al que le faltaba llegar mejor a la portería de Ochoa. Willian José aprovechó un balón suelto en el área pequeña. La había tenido antes, pero estrelló el balón en la madera. Sus nueve goles hablan bien de su olfato, pese a la irregularidad y las formas que le pierden en más de una ocasión.
Ochoa sería protagonista minutos antes de que Charles volviera a adelantar al Málaga desde los 11 metros. El mexicano sacó dos balones de gol demostrando el enorme estado de forma en el que ha terminado la temporada. La Copa América debería tenerlo entre los participantes. Si todavía no lo tienen claro allá por México que se vean repetida una y otra vez la atajada que le hace a El Zhar en el minuto 78. Vale una entrada.
Al descanso se llegaba con victoria local porque Lemos quiso. Su ridículo penalti lo transformó Charles que se quitaba una enorme losa de encima. Hizo el 2-1 y acaba con una sequía de más de dos meses sin ver puertas. Fue como quitar el corcho de la botella de champán.
Con los minutos el partido se convirtió en un cúmulo de ocasiones e intentonas individuales en las que los menos habituales intentaban rascar algo de protagonismo.
En esas, el Málaga quiso despedir la temporada de fiesta, a la que se apuntó un rival que se dejó hacer. Atsu hizo el tercero tras una gran jugada personal y Charles redondeó la mañana y su temporada. No desaprovecho el magistral pase de Duda para igualar su mejor campaña anotadora.
