El Espanyol más entonado apareció en la última jornada. Un chute pensando en la próxima. El equipo tendrá poco que ver con este, dice China. Como intención vale, claro. Marco Asensio se despidió con doblete, golazo el segundo. Veremos si volverá. Una pancarta le recordó que en Madrid no hay playa.
Otra le dio las gracias por venir. Cornellà, El Prat y allá donde hubiera un perico saben que han disfrutado de un jugador con aire grande. Asensio fue el jugador/sentimiento de la tarde, pero el mejor de todos fue Víctor Sánchez otra vez: estuvo imperial. Un tipo sobre el que edificar el nuevo proyecto, sección corta y pega.
Empezó mandando el Eibar. Keko obligó a Pau a un paradón, pero el 1-0 de Gerard Moreno animó al perico, pase delapeñesco de Sánchez. No les cuento el segundo, primero de Marco. Hernán tuvo el tercero. Liberado de tanta angustia disfrutó de una victoria holgada. Incluso tocó de primeras. La confianza. Eso sí: fiel a su trayectoria acabó encajando dos goles, la maldición. 74 ha encajado en los 38 partidos: a 1,94736842 por partido. Y ha acabado el 13: ríanse de aquel milagro de los panes y los peces.
Reacción y puntilla
El Eibar apretó tras el descanso. Imposible que el perico viviera una tarde de redonda redondez. Escalante le empujó, todos dieron un paso al frente. Recordaron por un rato al Éibar que tan ricamente ganó su permanencia... hace ya muchas lunas. Su temporada ha sido magnífica.
Tras un acoso armero lo que se dice sostenido, Roco derribó al buen Keko y Borja Bastón anotó de penalti su tanto número 18 en la Liga: olé, hay que desmonterarse ante él. ¿Lo recuperará el Atlético de Madrid, al que pertenece? Caso similar al de Asensio tenemos.
El 3-1 le quitó pólvora a los vascos. Y luego el cuarto, otro de Moreno. Y es que al Espanyol le espabiló el 2-1. Quizá recordaba que ese fue el resultado en Ipurúa y que un golito más le valía para superar al Éibar en la tabla. El caso es que apretó, volvió a ver puerta -primera vez este curso que hizo cuatro- y acabó consiguiéndolo. Cuando se puso, el Espanyol fue superior.
Fue el Eibar en fin un rival amable en tarde lo mismo: visto lo visto le faltó salir de azulgrana. En fin... Sergi Enrich -balear como Asensio- cerró al final marcador y Liga. Seis goles: guay.