El Nápoles no pasó del empate a cero este miércoles en casa ante la colista Dinamo Kiev y se jugará el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones en la última jornada, en la que tanto los italianos como el Benfica y el Besiktas dependerán de sí mismos para meterse en la siguiente ronda.
El equipo napolitano dominó el partido y remató hasta 17 veces a portería, pero no logró romper la defensa de una Dinamo Kiev que, a pesar del prestigioso punto conseguido, perdió definitivamente este miércoles las últimas opciones de luchar por la tercera plaza.
El grupo B de la Liga de Campeones es el más igualado de esta edición, ya que el Nápoles y el Benfica suman 8 puntos y están perseguidos por el Besiktas, que tiene 7. El Nápoles viajará a Portugal para medirse con el Benfica en la última jornada mientras que los turcos jugarán en el campo de la Dinamo Kiev.
A los italianos les bastará empatar en el estadio Da Luz para pasar de ronda pero una derrota resultaría fatal si el Besiktas gana en Ucrania.
El técnico del Nápoles Maurizio Sarri apostó por un 4-3-3 con el español Raúl Albiol como titular en la zaga y con el tridente ofensivo formado por el español José Callejón, el belga Dries Mertens y Lorenzo Insigne.
Por su parte, la Dinamo Kiev saltó al campo con su clásico 4-5-1, liderado en la banda derecha por el ucraniano Andrij Yamorlenko, zurdo de gran talento y bandera del club, al llevar ya nueve años en el primer equipo.
El Nápoles tomó el mando del partido desde el comienzo aunque le costó crear concretas ocasiones de gol en la primera mitad ante un conjunto que se defendía con nueve hombres detrás de la línea del balón.
El capitán eslovaco de los italianos, Marek Hamsik, fue el que más buscó la portería rival y golpeó en dos ocasiones con la pierna derecha (m. 25 y m. 29) aunque no logró crear problemas al portero ucraniano Artur Rudko.
El conjunto napolitano subió la intensidad en la reanudación en busca del tanto de la ventaja. En el 50, Hamsik se acercó al 1-0 con un cabezazo que terminó alto por pocos centímetros y dio dos minutos después una buena asistencia a Callejón, que fue anticipado en el último instante por Anton Makarenko.
Al seguir sin poder romper la resistencia rival, Sarri dio paso en el minuto 66 a Manolo Gabbiadini, su único delantero centro después de la lesión del internacional polaco Arkadiusz Milik.
El italiano entró bien en el partido y rozó el gol en el 74 con un zurdazo desde el límite del área que terminó fuera por cuestión de centímetros. El exdelantero del Sampdoria también había creado una doble ocasión sesenta segundos antes, pero sus remates fueron despejados por la defensa.
A pesar de la gran presión de los napolitanos y de los 13 remates a portería en los segundos 45 minutos, la Dinamo Kiev logró mantener el empate hasta el final y salir con un punto del estadio San Paolo.
Con este resultado, el Nápoles se queda al mando del grupo B, empatado con el Benfica, pero necesitará conseguir por lo menos un empate en Portugal en la última jornada para pasar a los octavos de final.