Grandes nombres coparon los titulares de muchos medios especializados durante este verano. La segunda Brand Extension de WWE trajo una abundante rumorología en cuanto a luchadores que podían ocupar un hueco necesario en la programación de cada marca. Kurt Angle, Rey Mysterio y Jeff Hardy fueron los más sonados, si obviamos el nombre por antonomasia que finalmente sí acabó aterrizando en la empresa: Goldberg.
Shelton Benjamin también era uno de esos regresos, suscitando reacciones muy positivas debido al reconocimiento ganado durante 8 años de trayectoria. Recorrido que muchos seguidores siempre consideraron de menor enjundia de lo que verdaderamente el gladiador mereció. De ahí que su vuelta constituyese una segunda oportunidad, a tenor del espíritu de SmackDown como reducto de talento infravalorado o fuera de los estándares de la compañía.
Shelton Benjamin también era uno de esos regresos, suscitando reacciones muy positivas debido al reconocimiento ganado durante 8 años de trayectoria. Recorrido que muchos seguidores siempre consideraron de menor enjundia de lo que verdaderamente el gladiador mereció. De ahí que su vuelta constituyese una segunda oportunidad, a tenor del espíritu de SmackDown como reducto de talento infravalorado o fuera de los estándares de la compañía.
Mala noticia para los seguidores del afroamericano en particular y para la lucha libre en general. Siendo positivos, al menos se vislumbra un horizonte para él, ya que no se dieron fechas concretas según las últimas noticias. Si somos aún más optimistas, WrestleMania 33, el 2 de abril de 2017, podría resultar escenario idóneo para una vuelta definitiva a los rings. Allí, podría coincidir con su buen amigo y antiguo compañero de equipo en OVW, Brock Lesnar, quien ahora está en boca de todos por su reciente derrota.
Como ya apunté, el tiempo corre en contra de cualquier luchador lesionado bajo esta nueva era de WWE. ¿Seguirá la empresa interesada en rescatarlo para la ocasión? Esperemos que en este sentido, SD no haya cambiado demasiado.