El equipo de José Mourinho consiguió un ajustado triunfo en casa ante el Aston Villa por dos goles a uno. Los tantos del español Luna en propia puerta y de Ivanovic, fueron suficientes para que los blues se confirmen como líderes en solitario de la Premier League con seis puntos. El Aston Villa reclamó un posible penalty de Terry en el descuento.
El Chelsea consiguió sacar adelante un duro partido en casa ante un aguerrido Aston Villa (2-1), que puso en muchos aprietos a un conjunto de José Mourinho que no estuvo cómodo en el campo en ninguno de los noventa minutos de juego.
Los locales comenzaron el partido con mucha intensidad, dominando totalmente el partido y arrinconando al Aston Villa en su propia area. Fruto de ese arreón inicial llegó el primer tanto del partido, en una jugada iniciada por Oscar, que metió un balón entre líneas a Hazard, que disparó con el interior ante Guzan, que rechazó el esférico, con tan mala fortuna que el despeje rebotó en su compañero Luna, introduciendo el esférico en su propia portería.
Tras el gol y, a partir del minute veinte, el juego del Chelsea decayó, y con él el encuentro. Las ocasiones escaseaban, el ritmo del partido era muy lento y así se llegó hasta las postrimerías del primer tiempo cuando, el delantero Benteke, cazó un balón en el área de los blues y con un potente zurdazo batía a Cech y hacía el empate, 1-1.
A pesar de la superioridad local el encuentro llegaba al descanso en tablas. En la segunda parte elChelsea salió adormilado, quizá sufriendo todavía el golpe moral del tanto encajado al final de la primera parte. Por ello, el Aston Villa se creció y gozó de dos inmejorables oportunidades por parte de Weimann, pero el guardameta Cech realizó dos paradas antológicos que mantuvieron con vida a su equipo.
En el peor momento del Chelsea, cuando el conjunto de José Mourinho veía peligrar el empate llegó el gol de Branislav Ivanovic, tras una gran falta lateral sacada por Lampard, el defensa serbio realizó un certero remate picado ante el que nada pudo hacer Guzan. De ahí al final los blues se limitaron a aguantar la ventaja, algo que les pudo salir muy caro cuando en el descuento se produjo una mano clara de Terry en el área local. Los visitantes reclamaron la pena máxima pero el árbitro no pitó nada, muriendo ahí un partido que deja a Mourinho como líder de la Premier League.