David Villa y Leo Messi protagonizaron un escueto saludo cuando ambos equipos se saludaron antes del inicio del partido de ida de la Supercopa de España entre Atlético de Madrid y Barcelona. Este gesto bien puede reflejar la deteriorada relación que supuestamente existía entre ambos durante la etapa del Guaje en el equipo azulgrana. Cuando marcó, lo celebró a lo grande.
En el primer partido que enfrentó a David Villa con sus excompañeros del Fútbol Club Barcelona, todos los jugadores azulgrana saludaron con afecto y muestras de cordialidad al delantero asturiano que ahora milita en las filas del Atlético de Madrid. Fue en el saludo previo al inicio de partido, cuando los jugadores visitantes se dirigieron a los rojiblancos para cumplir con el protocolo.
Pero dio la casualidad que Leo Messi fue el último jugador del Barça en desfilar y Villa era también el último de la fila del Atlético. Y el saludo entre ambos fue muy frío y las cámaras de televisión mostraron claramente cómo los dos jugadores ni tan siquiera se miraron a los ojos.
Con Messi sucedió todo lo contrario que con el resto de sus antiguos compañeros, que no dudaron en repartieron besos, abrazos y alguna colleja en señal de afecto.
Relación complicada
En Can Barça se rumoreó que una de las causas de la salida de David Villa se debió a la deteriorada relación que tenía Leo Messi con el goleador español. Los desencuentros entre ambos fueron evidentes en el terreno de juego durante las últimas dos temporadas, como un airado reproche del argentino por no pasarle bien un balón a comienzos de la pasada temporada.
Celebración con rabia
El gesto de David Villa cambió de forma radical cuando celebró el primer gol que marcó en el partido. Habitualmente, el asturiano suele ser respetuoso con sus antiguos equipos y no celebra los goles, especialmente cuando ha marcado al Sporting de Gijón. Pero en la previa de esta ida de Supercopa ya dijo que lo celebraría "como toca". Nada más empalmar ese balón a la red, fue a celebrarlo con el fondo del Vicente Calderón y de su boca salió un grito poderoso en el que claramente pudo leerse: ¡"Toma!"