El Bayern de Múnich dejó la eliminatoria de octavos de final encarrilada después de vencer por 0-2 al Arsenal con goles de Kroos y Müller. El Arsenal jugó toda la segunda mitad con un jugador menos por la expulsión de Szczesny, lo que intentó aprovechar el equipo de Pep Guardiola, que apretó para llevarse un resultado aún mayor.
Pep Guardiola y Arsène Wenger diseñaron un partido en sus mentes y lo que ocurrió en la primera mitad en el norte de Londres siguió otros derroteros completamente diferentes. La eliminatoria entre Arsenal y Bayern, una de las más atractivas de los octavos de final, estuvo caracterizada en sus primeros minutos por errores que no suelen producirse entre dos equipos acostumbrados a llevar la voz cantante.
Imprecisión desde los once metros
El inicio de Mesut Özil, criticado en las últimas semanas por un rendimiento por debajo de lo que cabría esperar por los 50 millones que costó, fue esperanzador para el Arsenal, llegando incluso a forzar un penalti de Boateng tras no leer bien el central del Bayern el quiebro del mediapunta ‘gunner’. Ausente Arteta, la responsabilidad desde los once metros le cayó a Özil, quien pudo haberse quitado de encima un peso poniendo por delante a su equipo. Su tierno disparo, fácilmente adivinado y despejado porNeuer, no hizo más que asegurarle un saco más de críticas en futuras portadas.
Superado el susto, el Bayern no terminó de desarrollar el juego que encandila semana tras semana en la Bundesliga. Pep Guardiola corregía constantemente desde la banda a un equipo que no pareció entender que Lahm volviera al lateral derecho, aparcando su faceta como centrocampista. La situación pudo haber sido más favorable tras el atropello de Szczesny aRobben, que terminó con el meta polaco en vestuarios, expulsado directamente, y con el balón de nuevo en el punto de penalti, en esta ocasión en la portería contraria.
El encargado de ejecutarlo, Alaba, no se aprovechó de la entrada en frío de Fabianski en la portería ‘gunner’. Aunque lo engañó, el austriaco vio cómo la madera repelía su disparo, aumentando la incredulidad en ambos entrenadores, que no podían comprender cómo el partido llegó con el 0-0 inicial al minuto 45.
Vuelta a los orígenes
Guardiola quiso rectificar en el descanso, devolviendo a Lahm a la medular y retrasando a Javi Martínez al centro de la defensa, incorporándose Rafinha como nuevo lateral en sustitución del amonestado Boateng. Las intenciones bávaras parecieron ser bastante más ofensivas en la reanudación, y los frutos llegaron pronto, con el sello de calidad distinguido de Toni Kroos, que alojó el balón en la escuadra izquierda de Fabianski tras recibir un pase de primeras. Palabras mayores lo del joven centrocampista alemán.
La superioridad numérica (y técnica) se hizo notar a partir de entonces, y el Bayern asumió todo el control de forma definitiva, embotellando constantemente al Arsenal en su propia área. La escasa inspiración de sus atacantes y la concentración defensiva ‘gunner’, empeñada en salvar los muebles a toda costa para dejar viva la eliminatoria, evitaron que se viera aumentado el marcador.
El 0-1 dejaba alguna posibilidad para el Arsenal, pero un contraataque bávaro terminó finalizándolo Müller completamente solo en el área, constatando que el favoritismo de los primeros de grupo en esta Champions League es incontestable. Barcelona, PSG, Atlético y Bayern tienen más de un pie en los cuartos de final.
LA FICHA DEL PARTIDO
0. Arsenal: Szczesny; Sagna, Mertesacker, Koscielny, Gibbs (Monreal, 31’); Chamberlain (Rosicky, 74’), Flamini, Wilshere, Cazorla (Fabianski, 39’); Özil y Sanogo.
2. Bayern: Neuer; Lahm, Boateng (Rafinha, 46’), Dante, Alaba; Martínez, Thiago (Pizarro, 79’), Kroos; Robben, Mandzukić (Müller, 64’) y Götze.
Goles: 0-1, Kroos (54’); 0-2, Müller (88’)
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Boateng, Mandzukic, Sanogo y Rosicky. Expulsó a Szczesny con roja directa.
Estadio: Arsenal.