El Atlético de Madrid ha sorprendido a propios y extraños con sus excelentes resultados durante toda la temporada pero las últimas tres derrotas han encendido las alarmas. Sin tiempo para lamentos, el equipo de Simeone deberá solventar sus dudas justo cuando aparecen en el horizonte los partidos más importantes del curso.
1.- Recuperar a los lesionados
No se había caracterizado el Atlético de Madrid por sufrir lesiones durante la temporada pero lo cierto es que todas se han concentrado en los últimos partidos, afectando además a piezas clave en la columna vertebral del conjunto rojiblanco. Courtois, Filipe Luis, Tiago, Arda Turan o Villa han sufrido problemas físicos y han obligado a Simeone areestructurar el once tipo sobre el que había construido su regularidad.
2.- Reordenar la zona de creación
La llegada de Diego Ribas suponía, a priori, un soplo de aire fresco para el Atlético pero lo cierto es que en sus tres partidos como titular el equipo ha cosechado tres derrotas. Su entrada en el once ha de sacrificar a otra de las piezas intocables para Simeone hasta la fecha: bien a un mediocentro para retrasar a Koke a esa posición junto a Gabi, bien a Villapara dejar a Diego Costa como único punta. De la rápida adaptación del brasileño a sus compañeros y a los automatismos del sistema dependerá en buena parte el devenir atlético.
3- Solidez defensiva
Los éxitos del Atlético de Madrid en el presente curso tienen como responsables a sus zagueros.Courtois es el portero menos goleado de la Liga y en Champions únicamente Manchester United y Chelsea pueden presumir de haber encajado tan pocos goles como los rojiblancos. Sin embargo, en las tres últimas derrotas han recibido siete goles. Otro dato para la reflexión lo encontramos en los penaltis señalados en contra del equipo colchonero. En los 31 primeros partidos de la temporada solo le pitaron dos –ante Barcelona en Supercopa y Oporto-, en los últimos ocho encuentros, los colegiados han castigado al Atlético con cinco penas máximas.
4.- Olfato goleador de Diego Costa
El delantero ha sido la gran estrella del equipo gracias a sus goles durante la primera parte de la temporada. Pese a que su lucha sigue siendo encomiable y a que sigue aportando mucho en otras facetas del juego, llama la atención que desde que comenzase 2014 solo haya sumado dos tantos, los mismos que otros jugadores con menos responsabilidades goleadoras como Godín oArda Turan. Villa y Raúl García, con muchos menos minutos, han logrado tres goles cada uno desde principios de año.
5.- Fortaleza mental
Inevitablemente, una racha de resultados como la que está viviendo el Atlético de Madrid podía llegar. Sin embargo, donde los equipos grandes se ganan su prestigio es a la hora de recuperarse de estas pequeñas crisis. El equipo rojiblanco se encuentra con una situación inédita hasta el momento y habrá de abstraerse de todo lo sucedido en los últimos partidos –polémica arbitral incluida- para volver a ser el equipo que ha demostrado que hay una tercera vía en el fútbol español.
6.- Aportación desde el banquillo
Quizá ese está siendo el gran talón de Aquiles del Atlético de Madrid en la presente temporada. Pese a que Simeone está rotando a todos sus jugadores –en los últimos cinco choques ha utilizado a toda su plantilla excepto al uruguayo Giménez-, el rendimiento del Atlético cae en picado cuando no son los habituales quienes conforman el once titular. Salvo la excepción de Raúl García, máximo goleador del equipo en Copa y aportando mucho en Champions, la segunda unidad compuesta por Adrián López, Cristian Rodríguez o José Sosa no están cumpliendo con las expectativas.
NUESTRA OPINIÓN: El Atlético de Madrid ha ganado durante la temporada el suficiente crédito como para pensar que esta mala racha será pasajera. A las importantes bajas y al buen momento de un Real Madrid que ha hurgado en la herida con dos contundentes victorias hay que añadir algunas controvertidas decisiones arbitrales que no han favorecido a los rojiblancos. Habrá más derrotas, son parte del juego, pero los rojiblancos seguirán en la pomada a poco que las cosas vuelvan a la normalidad.