El Real Madrid tomó buena nota de su eliminación el año pasado en las semifinales de la Champions League a manos del Dortmund. Un espectacular partido de ida firmado por Robert Lewandowski –que no estará en el Santiago Bernabéu- hizo que la remontada fuera imposible para el equipo entonces entrenado por José Mourinho.
El Real Madrid vivía los últimos coletazos de la convulsa era Mourinho la temporada pasada cuando en semifinales el sorteo emparejó a Dortmund y Real Madrid. Por pedigrí europeo, todo hacía presagiar que los blancos volverían a una final deChampions League once años después de la que supuso la Décima, pero la realidad fue por derroteros muy distintos, y un póquer de Robert Lewandowski puso la eliminatoria imposible. Ni un año después, el sorteo de la Champions League da al Real Madrid la oportunidad de tomarse la revancha, y lo hace con la lección bien aprendida.
Mantener una concentración máxima. En las eliminatorias a doble partido que ha disputado el Real Madrid desde que cayera eliminado frente al equipo alemán, en todas menos en la disputada ante el Olímpic –equipo de Segunda B- se han contabilizado dos victorias, dejando a un lado la arriesgada táctica de jugar en el filo de la navaja con el cronómetro en la mano y el ojo puesto siempre en el resultado. Incluso en el empate concedido en la ida en Xàtiva se consiguió mantener la portería a cero.
Firmeza a domicilio. El Real Madrid solo suma esta temporada una derrota a domicilio desde que comenzaron las tres competiciones oficiales en las que está inmerso, y fue en el Camp Nouante el Barcelona, su eterno rival. Ningún otro equipo ha conseguido hacer valer la teórica ventaja que supone jugar delante de su afición, ni siquiera el Schalke. En Gelsenkirchen se vino abajo la mala racha que tenía en Alemania el Real Madrid, con una rotunda victoria por 1-6 que dejó claro el favoritismo del equipo de Carlo Ancelotti en esta edición de la Champions League.
La importancia del centro del campo. Ilkay Gündogan y Sven Bender fueron muy superiores en la zona ancha en la eliminatoria de la temporada pasada. Carlo Ancelotti, nada más llegar, se puso a trabajar en fortalecer esta línea de su sistema táctico, que ahora conforman tres jugadores. Bajo el mando del italiano, Luka Modric ha mejorado sus prestaciones de forma exponencial, Ángel di María se ha reconvertido para dar inicio a las jugadas ofensivas y Xabi Alonso sigue siendo el timón que guía a todo el equipo, que ni siquiera echa de menos la labor de contención de Sami Khedira, lesionado de gravedad. Isco e Illarra, dos de los fichajes de esta temporada, están además destinados a ser jugadores importantes en el centro del campo a medio y largo plazo.
El apoyo no es baladí. El Dortmund convirtió el BVB Stadion y concretamente la Südtribüne en una auténtica caldera que hizo que la diferencia que había sobre el papel entre las plantillas de uno y otro equipo quedaran minimizadas. El partido de ida terminó siendo definitivo, y el Real Madrid sabe que tendrá que hacer los deberes en casa para no sufrir en Alemania en el partido de vuelta. Con un Bernabéu convenientemente entregado, como destacó Emilio Butragueño nada más producirse el sorteo, el camino a semifinales será más cómodo.
Máxima precisión. Las ocasiones falladas pesan mucho más en la Champions League que en cualquier otra competición. Esta temporada, el olfato de Cristiano Ronaldo está mucho más afinado que en ediciones anteriores, y está tan solo a un gol de igualar el récord goleador en la máxima competición continental que comparten en la actualidad Leo Messi y José Altafini. Con el hambre de récords del portugués, Weidenfeller tendrá dos partidos que pondrán a prueba su talla de portero mundial.
Son 180 minutos, no 90. Uno de los pecados capitales del Real Madrid es el de no mantener el mismo nivel durante los dos partidos de la eliminatoria. Frente al Dortmund el año pasado, la clasificación a la final se fue por el desagüe en los primeros noventa minutos y dos temporadas antes, contra el Bayern también en semifinales, el rendimiento tuvo muchos altos y bajos que facilitaron la labor al equipo de Jupp Heynckes. Funcionar de forma constante, tanto en Madrid como en Dortmund, puede llegar a suponer un alto porcentaje de clasificación.
Un Dortmund disminuido. El Real Madrid no quita el ojo a sus rivales, y Carlo Ancelottiha podido observar cómo, respecto a la versión de la temporada pasada, el equipo de Jürgen Klopp no se parece apenas al que lo eliminó en 2013. Entre las marchas en el mercado de fichajes, las lesiones y las sanciones que sufren, Klopp solo podrá alinear en el Bernabéu a Weidenfeller,Piszczek, Hummels y Reus. Ni rastro de Götze (en el Bayern), Gündogan (lesionado de larga duración) o Lewandowski, que hasta la vuelta –está sancionado- no podrá volver a ser una amenaza para los centrales del Real Madrid.