El Arsenal completó un partido muy malo y se aleja del liderato tras perder contra el Stoke en el Britannia por un gol de penalti de Walters. El equipo de Wenger apenas tuvo ocasiones y se vio superado por la intesidad del Stoke.
El Britannia siempre es una campo duro y donde elaborar un fútbol de toque es siempre complicado. El Arsenal fue la última víctima y sufrió una derrota (1-0) que lo aleja un poco de liderato. El equipo de Arsene Wenger completó uno de sus peores partidos de la temporada y apenas dispuso de ocasiones de peligro frente a la meta de Begovic. Por su parte el Stoke se dedicó a elaborar su juego: presión, balones al área e intensidad defensiva.
Con esas armas, el equipo local maniató a un Arsenal cuya intensidad dejó mucho que desear. La primera parte transcurrió entre bostezos pues apenas tuvo actividad ofensiva. Tras la reanudación, el Stoke apretó y fue llegando a la meta defendida por Szczesny. Sus esfuerzos se vieron recompesados a quince minutos para el final.
Koscielny cometió un torpe penalti al tocar el balón dentro del área con la mano y Walters no falló desde los once metros. Pese a tener tiempo para remontar, el Arsenal continuó con la desidia que lució durante todo el encuentro. Las entradas al campo de Özil y Oxlade-Chamberlain no cambiaron la dinámica. Pese a ello, Sanogo pudo empatar en el descuento pero su remate desde dentro del área se marchó alto.
La derrota, unida a la victoria del Chelsea ante el Fulham, deja ya al Arsenal a cuatro puntos de liderato. Si lo quiere volver a recuperar, el ejemplo no es el choque contra el Stoke.