Asier Illarramendi se entrena al margen de sus compañeros en el stage de pretemporada del Real Madrid en Los Angeles. El centrocampista vasco sufre una lesión muscular que aunque a priori no parece grave, ha hecho que en el club blanco prefieran tener paciencia con él y apurar bien los plazos de recuperación.
El Real Madrid está extremando precauciones con Asier Illarramendi. El recién fichado centrocampista vasco no ha tenido un inicio de pretemporada deseado al sufrir unas molestias musculares que le han impedido entrenar con el resto de sus compañeros en las primeras sesiones del equipo en Estados Unidos. El exjugador de la Real Sociedad debutó ante el Bournemouth, padeció una sobrecarga muscular y aunque jugó en Gerland contra el Lyon en el segundo compromiso blanco de pretemporada, también fue retirado de forma prematura del terreno de juego.
Illarra no viajó a Gotemburgo el pasado fin de semana para medirse al Paris Saint-Germain y en lo que va de stage de pretemporada en Los Angeles, no ha entrenado junto a sus compañeros tratando de recuperarse de esas molestias. Según informó este miércoles la Cadena SER, es probable que el joven jugador siga un plan de especial de entrenamientos y que incluso ya no juegue ningún partido más de pretemporada para velar por su recuperación.
El club blanco no informa del estado del jugador, ni tan siquiera ha emitido un parte médico oficial que explique el alcance de su lesión. Incluso viendo el historial de sus lesiones, el de Mutriku no es un jugador dado a los problemas musculares, ya que en las jornadas finales de la pasada Liga padeció una rotura de fibras de grado I en el gemelo interno de su pierna derecha, pero apenas se perdió dos partidos.
A evitar otros casos
Hasta que haya informaciones oficiales sobre su estado de salud, es bueno recordar que el Real Madrid ya tuvo problemas con otros jugadores que ya estaban tocados en pretemporada y que nunca acabaron de coger una buena forma física. Aunque no se puede comparar con los dos casos más flagrantes, los del centrocampista turco Nuri Sahin y el defensa inglés Jonathan Woodgate, ambos jugadores jamás pudieron tener continuidad en el equipo blanco a causa de sus distintas dolencias.
Sahin, fichado en 2011 del Borussia de Dortmund llegó al Real Madrid lesionado por un esguince en el ligamento de su rodilla izquierda. La pretemporada la comenzó parcialmente recuperado pero tuvo la misma lesión en su rodilla izquierda. De esta forma, no pudo jugar hasta bien entrado el mes de octubre.
Más grave fue el caso de Woodgate, central que fichó Florentino Pérez en 2004 y que estuvo todo un año en blanco a causa de sus problemas musculares y de múltiples recaidas.
