El Chelsea venció al Fulham en Stamford Bridge en un partido poco lucido con goles de Oscar y Mikel en la segunda mitad. Los 'blues' no encontraron rival en el Fulham, que pasó de puntillas por Stamford Bridge e hizo que las ausencias de David Luiz y Mata quedaran ligeramente disimuladas.
La ausencia de Mata y David Luiz fue lo más comentado en los minutos previos al derbi londinense entre el Chelsea y el Fulham. La decisión de José Mourinho empezó a extrañar en las gradas de Stamford Bridge y la atención se dirigía de forma inevitable a Roman Abramovich, que miraba el partido con un aire entre displicente y preocupado desde su palco.
El Chelsea dominó territorialmente la primera mitad frente alFulham, pero sus ataques no tenían alma ni un propósito concreto que hicieran presuponer una idea de juego concreta. El doble pivote Mikel-Ramires, 100% destructivo, apenas surtía de balones a la línea de mediapuntas, y cuando alguno de estos se encontraba con el balón intentaba la guerra por su cuenta, por si no volvía a tener presencia en el partido.
Así, Oscar pasó de puntillas por el césped hasta que marcó, Schürrle se cansó de pelear contra los zagueros del Fulham en vano y Hazard disparaba todo lo que tenía a su alcance. En la punta de ataque, Eto’o apenas generaba cosquillas a Hangeland y Amorebieta, solventando bien Stockdale todo el trabajo que le filtraba su pareja de centrales.
Tan solo un par de arreones de orgullo de Ivanovic pudieron alterar el marcador, pero el 0-0 campeaba con solidez por Stamford Bridge y los presentes en el coliseo ‘blue’ agradecieron la pausa después de presenciar un juego más que cuestionable.
La luz se encendió para el Chelsea al poco de comenzar la segunda parte, cuando un mal rechace de Stockdale le llegó a los pies a Oscar, que adelantó así al equipo de José Mourinho. El Fulham no hizo merecimiento para ir por delante en el marcador, pero el error de Stockdale quizá fuera demasiado para el equipo de Martin Jol, que tuvo que remar a contracorriente desde entonces.
Eto’o, aún lejos de su mejor estado de forma, dejó su lugar a la hora de partido a Fernando Torres, pero el ritmo bajo y cansino del partido apenas permitió que entrara en juego, a excepción de un cabezazo a la salida de un córner. Stockdale y Cech veían plácidamente desde sus porterías cómo pasaban los minutos sin que los delanteros olieran el balón.
El Chelsea consiguió aumentar aún más su ventaja para asegurar el marcador. El balón parado se convirtió en el mejor aliado para adornar un partido tosco y áspero en el que Mikel puso la guinda final recogiendo un mal remate inicial de John Terry. Los ‘blues’ consiguieron llevarse los tres puntos, pero la sensación de desencanto ante el juego desplegado no ayudó a que sus aficionados se fueran a casa con jugadas de altura en la retina. Sí se fueron, sin embargo, preguntándose por qué Mata no tiene cabida en un equipo tan inexpresivo.
LA FICHA DEL PARTIDO
Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill, Terry, Cole; Schürrle (Lampard, 80’), Ramires, Mikel, Hazard (De Bruyen, 85’); Oscar y Eto'o (Torres, 64’).
Fulham: Stockdale; Riether, Hangeland, Amorebieta, Richardson; Duff (Taarabt, 64’), Sidwell, Parker, Kacaniklic (Na Bangna, 72’); Kasami (Rodallega, 85’) y Bent.
Goles: 1-0, Oscar (51’); 2-0, Mikel (84’)
Árbitro: Andre Marriner. No amonestó a nadie.
Estadio: Stamford Bridge. 41.608 espectadores
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