París Saint-Germain tenía guardado a su Ángel, que estaba dentro de la cancha, aunque opacado como el resto de sus compañeros ante las embestidas del sorprendente Basilea.
Sufrió mucho el local en el Parque de los Príncipes y por casualidad no se vio perdedor en la primera media hora de juego, trastantas llegadas desperdiciadas por la visita. Es por eso que el 3-0, con Di María como puntal, y los tres puntos obtenidos en este 3ª fecha de la UEFA Champions League representaron un alivio para los de Unai Emery.
El primer córner que llovió al área del dueño de casa a los 5 minutos de juego tuvo dos cabezazos; el segundo de ellos pegó en el travesaño de Alphonse Areola, quien no hizo más que mirar y suspirar. Cinco más tarde, Renato Steffen falló en el mano a mano y, en el rebote, Seydou Doumbia la mandó por arriba, desviada, entre tanta camiseta azul que volvía desesperada en el intento de estorbar el remate.
El conjunto parisino tenía la pelota, pero resultaba inofensivo. Por el contrario, Basilea fue punzante en cada avance y siguió llevando peligro al área, como un centro de Steffen que debió despejar Kurzawa. Rabiot buscó con un tiro desde afuera y Di María avisó, a los 30', que estaba presente con una gran volea cruzada de zurda que se fue cerca.
El elenco suizo continuó amenazante y un centro volvió a encontrar al goleador Doumbia, quien vio ahogado su grito nuevamente por el palo.
Tanto perdonó Basilea, que inmediatamente lo pagó. Pudo haberlo hecho Rabiot con un zurdazo desde afuera del área, pero Tomas Vaclik reaccionó perfecto. Aunque a los 40', el arquero visitante ya no pudo hacer nada. Desborde de Matuidi por izquierda, la jugada se ensució dentro del área ante dos rebotes y pasando el punto penal, Di María fusiló de derecha. El argentino se desahogó y festejó con efusividad junto con sus compañeros.
El segundo tiempo cambió radicalmente. PSG pareció fortalecido por tener la ventaja en el marcador y, así, avanzó por intermedio de Edinson Cavani (un cabezazo y una que no alcanzó a definir); luego, un resbalón de Álvarez Balanta le regaló la pelota al uruguayo, quien falló en el mano a mano al tirarle el zurdazo al cuerpo del arquero. Aunque, segundos más tarde, Lucas Moura -a los 16'- sacó provecho de un rebote y la mandó al fondo del arco.
El equipo parisino encontró una diferencia impensada luego del desarrollo del primer tiempo. Y Basilea fue, con orgullo, aunque en otra ocasión se topó con el palo tras cabezazo de Suchy.
Los minutos se consumieron, las aproximaciones comenzaron a disiparse y el triunfo quedó asegurado. Hasta que, en tiempo de descuento, Cavani fabricó un penal y el mismo charrúa no lo desaprovechó para marcar la goleada de los dirigidos por Emery, líderes del grupo A junto con Arsenal (7 puntos). Basilea y Ludogorets quedaron con 1, por lo que franceses e ingleses acarician la segunda fase.
