La Copa del Rey en algunas ocasiones da sorpresas como estas. En el Barcelona Luis Enrique reservó a todos sus titulares para el Clásico. Regresó Umtiti a la zaga tras lesión. El Hércules, con todo y las máximas ganas para intentar sacar un buen resultado. La primera parte, sin embargo, dejó más que fríos a los aficionados. Apenas hubo ocasiones. Partido muy soso, sin mucho ritmo y sin que ninguno de los dos llegara con claridad a la otra portería.
No es sencillo, siendo un equipo de Segunda B, enfrentarte a un equipo de tal nivel mundial. Como se ha visto, en muchas ocasiones el equipo pequeño en la ida ya está prácticamente fuera. No en el caso local. La ilusión tomo el Rico Pérez con el gol de Mainz tras un buen centro desde la derecha, aunque duro cinco minutos. Aleña, debutante, marcó un golazo para igualar la contienda.
El nivel de dominio del Barcelona en cuanto a posesión fue abrumador. A pesar de ello, pareció conformarse con un resultado que deja abiertas las opciones del Hércules en el Camp Nou. Difíciles, pero los herculinos ya derrotaron a los culés en la Ciudad Condal hace años. ¿Por qué no soñar? Pese al actual formato de la Copa del Rey, en ocasiones los milagros suceden. El 1-1 da ventaja a los azulgrana, además de jugar en casa, pero en el fútbol todo está por ver.