El Real Madrid acabó goleando a un pobre Copenhague en un partido en que el equipo de Carlo Ancelotti vio cómo con Marcelo y Di María encontraron motivos para creer en una mejoría del juego que pese a la goleada, no acaba de llegar en el Santiago Bernabéu.
El rival danés llegaba el Bernabéu con pinta de ser el idóneo para solucionar en noventa minutos todos los defectos del Real Madridde Carlo Ancelotti. Pero el equipo blanco volvió a ser incapaz de dar grandes síntomas de mejoría en su juego y de, al menos, poder mejorar las prestaciones de algunos de sus jugadores más cuestionados.
La escasa entidad del Copenhague invitaba a que el Real Madrid dominara con mucha facilidad la posesión del balón y sumara por mera inercia del juego y su superioridad múltiples ocasiones de gol. Así fue desde los primeros minutos de partido hasta el final, pero esa sucesión de ataques todavía no es lo que el madridismo anda buscando.
El primer tanto tenía que llegar en una noche en que la goleada era obligatoria. Entre las novedades que introdujo Ancelotti en el once, Ramos por Varane por unas molestias musculares del sevillano y Modric ocupando el puesto habitual de Isco, fue otro jugador, Marcelo, quien demostró que toda búsqueda de mejoría en el juego del Real debe pasar por su parcela. Un centro del brasileño y una pésima salida del meta danés Wiland encontraron la cabeza de Cristiano Ronaldo para que el balón acabara encontrando la red.
Muy poco más en una primera parte en la que Iker Casillas recibió el reconocimiento de la gran mayoría de su afición tras su primera parada, muy fácil, y en la que también sobresaltó a los miles que le aplaudieron por una mala salida que se saldó con un gol que falló bajo palos Luka Modric.
El Madrid seguía sumando tiros y llegadas al área rival, pero tan solo para aumentar la estadística y nunca el marcador. Incluso Jorgensen, tras una salida de córner que Iker volvió a medir de forma incorrecta, pudo hacer que la noche fuera peor para el Bernabéu si el balón que estrelló en el larguero hubiera entrado.
Ni Benzema despertó para encontrase con un gol, fallando incluso un gol cantado en los primeros minutos, ni el Madrid daba imagen de máxima solvencia defensiva en las pocas veces que llegaron los de Stale Solbakken.
Al menos la imagen cambió en la segunda parte cuando Modric se soltó y Di María encontró una mayor dosis de protagonismo y acierto. Combinó bien el croata con Benzema y el balón le cayó al argentino quien, de rabona, asistió a Ronaldo para volver a encontrar su cabeza y otro gol.
Acto seguido, Di María puso la guinda a su voluntarioso partido con un buen y ajustado disparo desde fuera del área al que Wiland jamás hubiera podido llegar. 'El Fideo' estaba a gusto, tanto o más que en su primera temporada de blanco cuando recién llegado asumió los galones de líder secundario de este equipo, y aún tuvo tiempo de cerrar la goleada regateando dentro del área y ajustando el balón por abajo.
Los goles acabaron de reconciliar, al menos de momento, al público del Santiago Bernabéu con su equipo, salvo con Karim Benzema quien cuando fue sustituido por Jesé tuvo que escuchar ese sonido que ya le es tan habitual.
El Real Madrid se afianza como líder del grupo B pero, de momento, Carlo Ancelotti no está cerca de afianzar ese estilo que quiere imprimir a su equipo.
LA FICHA DEL PARTIDO:
4. Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Pepe, Marcelo; Illarramendi, Khedira (Morata, min. 74); Di María, Modric (Isco, min. 65), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Jesé, min. 81).
0. Copenhague: Wiland; Jacobsen, Mellberg, Sigurdsson, Bengtsson; Claudemir, Delaney; Gislason, Toutouh (Bolaños, min. 62); Braaten (Adi, min. 64) y Jorgensen (Kristensen, min. 72).
Goles: 1-0, min. 20: Cristiano Ronaldo; 2-0, min. 64: Cristiano Ronaldo; 3-0, min. 71: Di María; 4-0, min. 89: Di María.
Árbitro: Matej Jug (SLO). Mostró cartulina amarilla a Modric (min. 44) por parte del Real Madrid, y a Braaten (min. 64) y Delaney (min. 88) por parte del Copenhague. Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo B de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 80.000 espectadores.
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