El Atlético de Madrid se impuso al Rostov en Rusia, en un encuentro poco vistoso que se decidió por la paciencia y la insistencia de los colchoneros. Yannick Carrasco volvió a ser determinante en Europa y marcó el único gol del partido.
El conjunto ruso empezó el partido con intensidad y con una línea de cinco defensores, jugando a frenar al Atlético de la misma forma que los colchoneros frenan a sus rivales. El buen entramado defensiva era la clave para que Noboa creara luego arriba. Pero en el balón parado los colchoneros demostraron su superioridad. Una falta botada por Carrasco quedó muerta en el área pero Correa cruzó en exceso su disparo. Filpe Luis vio la tarjeta a los 4 minutos, condicionando su actuación y guardando algo más su posición. La movilidad de Torres y Griezmann generaba espacios para Correa y Carrasco.
El belga fue de los más activos en la primera mitad, buscando desbordar por bandas pero también con mucha incidencia por el centro combinando entre líneas con los dos delanteros rojiblancos. Por parte rusa, todo el juego pasaba por Noboa pero las contras no llegaban, por lo que perdía toda la sorpresa. Con igualdad y poco fútbol creativo se llegó al descanso.
En la reanudación, el Atlético quiso adelantar líneas pero la defensa soviética se mostraba muy sólida mientras Noboa seguía en su guerra en solitario con poco éxito. Simeone metió a Gameiro por Correa y jugó con tres arriba en busca de romper la muralla rusa. Los colchoneros abrieron campo con Filipe y Juanfran y por derecha llegó el peligro. Un buen centro del lateral diestro lo remató cerca del larguero Torres y poco después llegó por fin el tanto. Otra llegada de Juanfran acabó en un centro al que no llegó el 9 pero Carrasco la recogió en el segundo palo para fusilar con la zurda a Dzhanaev.
El gol tranquilizó a los visitantes, que se dedicaron a mantener la ventaja con posesiones largas ante un rival que no supo reaccionar ni cambiar su plan inicial. Daniliants cambió a sus dos delanteros para dar una oportunidad a Doumbia y Prepelita en el ataque pero la consecuencia fue la misma que antes de la decisión. No obstante, los últimos cinco minutos fueron un partido totalmente distinto, con los rusos al ataque y Oblak salvando por partida doble a sus compañeros a sendos tiros de Noboa. Con esta victoria, el Atlético queda a ocho puntos del PSV y es virtualmente equipo de octavos de final.